Reconocible a primera vista como un Jaguar, el F-Pace tiene un diseño audaz y una dinámica que permite gran facilidad de conducción. No es de extrañar, por tanto, que esté cosechando un gran éxito de ventas en todo el mundo, compitiendo con los rivales más prestigioso de su clase, como el Aufi Q5, BMW X4, Mercedes GLC, Porsche Macan o Volvo XC60.
Su armoniosa carrocería emana elegancia y exclusividad, con numerosos detalles cromados que adornan la parrilla y el llamativo difusor posterior, además de la penetrante mirada de los faros bixenón con luces LED, inspirados en los del F-Type. Las enormes llantas de aleación, de 22 pulgadas de diámetro, rematan una estética muy lograda de poderosas dimensiones: 4,73 metros de largo, 1,94 de ancho y 1,65 de alto. Tiene la mayor distancia entre ejes de sus rivales, 2,87 metros, por lo que puede presumir del habitáculo más amplio y el maletero más voluminoso, de 650 litros. Destaca también por los 21 centímetros de altura libre al suelo, una cifra tranquilizadora para quien piense circular por caminos no asfaltados.
El puesto de conducción destila calidad, con una combinación de materiales nobles como el cuero del volante y asientos, en contraste con la tecnología LED de la iluminación ambiental. También apuesta por la conectividad gracias al sistema multimedia “In Control Touch”, sobre una pantalla de 10,2 pulgadas de muy alta resolución, con un funcionamiento similar al de las tabletas. El cuadro de instrumentos, de 12,3 pulgadas frente al conductor, es configurable y cuenta con proyección de datos sobre el parabrisas “Head Up Display” opcional (en paquete por 1.748 €).
El no va más de la innovación es el “Activity Key” (412 €), una pulsera impermeable opcional que permite cerrar el coche sin la molestia de cargar con la llave en el bolsillo, permitiendo así practicar cualquier deporte y, al regresar al coche, abrirlo solo aproximando la pulsera a la letra “J” del logotipo trasero.
Como buen Jaguar, el F-Pace está construido con materiales ligeros. Su estructura monocasco está fabricada en un 80 por ciento de aluminio. De este modo, pese a su gran carrocería, su peso se mantiene por debajo de los 2.000 kg, ahorrando kilos en beneficio de la dinámica de conducción. El chasis recurre a una doble horquilla delantera y eje multibrazo trasero, con suspensión adaptativa y control dinámico de la conducción.
Cuatro propulsores diesel (de 163, 180, 240 y 300 CV) y tres de gasolina (de 250, 300 y 550 CV) configuran su oferta mecánica. Estamos al volante del más potente de la gama diesel, un seis cilindros en “V” de 300 CV turboalimentado, acoplado a una transmisión automática del tipo de convertidor de par de ocho marchas y sistema de tracción integral 4x4.
Lógicamente, el F-Pace disfruta del saber hacer de Land Rover en la circulación sobre terrenos no asfaltados. Puede incorporar sistemas como el “Adaptive Surface Response” (en paquete por 1.673 €), que maximiza la tracción en función del tipo de superficie por la que circula para optimizar la tracción sobre esas superficies, con modos de funcionamiento para hielo, lluvia y nieve, descargando al conductor de esos menesteres para que se concentre únicamente en el volante. También, la función “Low Frictrion Launch”, pensada para arrancar suavemente sobre todo tipo de firmes deslizantes. No obstante, hay que tener en cuenta que esta versión, aún siendo un 4x4, monta unas enormes llantas de 22 pulgadas y neumáticos de asfalto, lo que indica que no está pensada para excursiones por caminos difíciles.
La Suspensión Adaptativa y el Control Dinámico de la Conducción redondean un conjunto de interesantes ayudas electrónicas que le aseguran una seguridad y dinamismo de primer nivel. En asfalto, la firmeza de la suspensión y la precisión de guiado del tren delantero consiguen una nota elevada, mientras que la asombrosa capacidad de aceleración y el empuje sin desfallecimientos del poderoso V6 permiten al británico mantener sin esfuerzo toda clase de ritmos de conducción, por lo altos que sean.
La excelente transmisión automática de ocho marchas, firmada por el especialista alemán “ZF”, tiene dos modos de funcionamiento, “Normal” y “Sport”. Este último, el más recomendable para exprimir todo el potencial disponible, puede combinarse con la función “Dynamic” del control dinámico de la conducción para mantener la marcha seleccionada en el régimen de vueltas más alto, sin pasar a una marcha superior, algo que agradecerán los conductores que anteponen la deportividad al confort. También tiene levas tras el volante para seleccionar las marchas manualmente.
En cuestión de prestaciones, el fabricante anuncia una velocidad máxima de de 241 km/h y un aceleración, de 0 a 100, de 6,2 segundos. Nuestro consumo medido se ha quedado en 8,2 l/100 km, lo que, unido a los 66 litros de su depósito, arroja una autonomía de 800 kilómetros, suficiente para realizar largos viajes sin visitar el surtidor.
Podemos resumir diciendo que el F-Pace es un todocamino de lujo por derecho propio, con una encomiable precisión de guido en asfalto y buen comportamiento en caminos. La versión probada, 3.0 TDV6 R-Sport 300CV cuesta 78.840 €, una respetable suma, que aún puede ser mayor si le añadimos algunas de las interesantes opciones que lo acompañan.
FICHA TÉCNICA
JAGUAR F-PACE 3.0 TDV6 R-Sport 300CV
DIMENSIONES
Longitud: 4.731 milímetros
Anchura: 1.936 milímetros
Altura: 1.652 milímetros
Batalla: 2.874 milímetros
Peso: 1.954 kilos
Maletero: 650 litros
MOTOR
Combustible: diesel
Número de cilindros: 6 en V
Posición: delantero longitudinal
Cilindrada: 2.993 cc
Potencia: 300 CV a 4.000 rpm
Par máximo: 700 Nm entre 1.500 y 1.750 rpm
Cambio: automático 8 vel
Tracción: total
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 241 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 6,4 segundos
Consumo medio: 6,3 litros
Emisiones CO2: 166 g/km
PRECIO: 78.840 €
J. Miguel Quintana – www.vidapremium.com