Actualizado hace poco, sigue siendo el modelo más vendido de la marca británica. La versión híbrida enchufable, que alcanza los 309 CV combinando su motor turbo de gasolina y el eléctrico, anda como un tiro, pero requiere al menos un enchufe de pared con el que recargar la costosa batería de iones litio que equipa.

 

Algunos inconvenientes

Es un Land Rover y, como tal, aspira a representar los valores tradicionales de la marca en lo que a capacidad todo-terreno se refiere. En este caso no es así, pues esta versión lleva en la parte baja la citada batería, por lo que la altura libre al suelo, de 172 mm, es inferior a los 212 del resto de Discovery Sport, con el riesgo de rozar los bajos, si circula por zonas abruptas.

Otro problema inherente al modelo híbrido es que el espacio ocupado por la batería se “come” parte del habitáculo, que ahora está diseñado para 5 plazas, en lugar de las 7 que pueden alojar los modelos térmicos.

 

Y ventajas

La principal, para nosotros, es su potente y silenciosa mecánica; la misma del Range Rover Evoque P300e, que ofrece 309 CV a base de combinar los 200 del motor de gasolina de 1,5 litros turbo, de tres cilindros, con los 109 del eléctrico, alimentado por una batería de ión litio de 15 kWh de capacidad. El motor de gasolina acciona las ruedas delanteras, mientras que el eléctrico lo hace sobre las traseras, todo ello gestionado por un eficiente y super-suave cambio automático de ocho relaciones del tipo convertidor de par.

 

Homologa un consumo teórico de sólo 1,6 litros cada 100 kilómetros y una autonomía de 64 en modo eléctrico, siempre que la batería esté totalmente cargada, para lo que dispone de un modo de conducción que permite recargar la batería en marcha, gracias al motor de gasolina, y otro que la guarda para usos posteriores. También, puede recargarse en media hora en tomas de corriente de corriente continua de hasta 50 kW o durante 6,7 horas en una toma doméstica de alterna. El conjunto del sistema le permite exhibir la etiqueta “0” de la DGT y circular por las zonas de bajas emisiones de nuestras ciudades.

 

Suavidad ante todo

Desde parado, siempre sale en modo eléctrico y así realiza las maniobras a baja velocidad sin que se note en el gasto de combustible; aunque en la vida real siempre estará por encima del homologado.

Presume de excelentes prestaciones: 6,6 segundos en el 0-100 km/h y 209 km/h de velocidad máxima. Lógicamente, en tal caso, el consumo se resiente; los 2.168 kilos que pesa en vacío se notan en cuanto el nivel de batería desciende del 50 por ciento, cuando principalmente tiene que trabajar el motor de gasolina de tres cilindros turboalimentado; en tal caso, no es extraño ver consumos superiores a los 9,0 litros en el ordenador de a bordo.

 

En movimiento es extremadamente cómodo y seguro, con una blanda suspensión diseñada para superar todo tipo de baches y resaltes sin que afecten a los pasajeros que disfrutan de un notable silencio de marcha. La suave suspensión brilla al circular sobre firmes en mal estado, pero conviene reducir la velocidad sobre carreteras viradas, pues las inercias generadas por su elevado peso son importantes. La dirección es suficientemente rápida y permite maniobrar con facilidad en zonas estrechas, apoyándose en el eficaz sistema de cámaras de ayuda al aparcamiento.

 

Calidad Premium

Muy satisfactoria es la calidad de los materiales del interior y el confort que proporcionan, lo mismo que la amplitud para los cinco pasajeros. El puesto de conducción tiene instrumentación digital, es fácil de leer y con abundante información que incluye un mapa de navegación entre los relojes. En el centro del salpicadero, una gran pantalla táctil multimedia se abre a todo tipo de indicadores, como equipo de sonido, modos de conducción, sistemas de tracción…

 

Por debajo, dos mandos circulares de fácil lectura, al alcance de los pasajeros delanteros, permiten graduar la climatización sin necesidad de acceder a los menús de la pantalla. Sorprendentemente, la capacidad del maletero (454 litros) no se ve alterada por la batería y permite alojar un buen número de bultos, aunque añade una voluminosa bolsa, que puede guardarse en el doble fondo, con la clavija y el cable para la toma de corriente.   

 

El equipamiento de serie del acabado probado (R-Dynamic S) es muy completo, con asistentes de permanencia en carril, arranque en pendiente y de frenada de emergencia. También, Terrain Response 2+All, controles de crucero y limitador de velocidad, reconocimiento de señales de tráfico, cámaras Surround, faros LED, sensores de luz y lluvia, Bluetooth con Android y Apple.

 

También es abundante el listado de extras, que varía en función de la versión elegida: R-Dynamic (desde 53.550 €), S (desde 55.800 €), R-Dynamic S (desde 58.150 €), SE (desde 59.700 €), R-Dynamic SE (desde 62.050 €), HSE (desde 64.500 €), R-Dynamic HSE (desde 66.600 €).

 

Ficha Técnica

Land Rover Discovery Sport P300e PHEV R-Dynamic S

Dimensiones
Longitud: 4.597 milímetros
Anchura: 1.894 milímetros
Altura: 1.727 milímetros
Batalla: 2.741 milímetros
Peso: 2.168 kg
Maletero: 454 litros

Motor combustión
Tipo: gasolina, turboalimentado
Posición: delantero transversal
Número de cilindros: 3

Cilindrada: 1.498 cc
Potencia: 204 CV
Tracción: delantera

 

Motor eléctrico
Situación: trasero transversal
Potencia: 109 CV
Tracción: trasera

 

Batería

Tipo: Acumulador de iones de litio

Ubicación: trasera

Capacidad: 15 kWh

 

Propulsión combinada

Potencia máxima: 309 CV

Par máximo: 540 Nm

Tracción: total

Caja de cambios: Automático 8 vel.


Prestaciones
Velocidad máxima: 209 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 6,6 segundos
Consumo medio WLTP: 1,6 litros
Emisiones CO2: 36 g/km

Precio: 58.150 euros

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