La marca checa se ha lanzado con decisión al asalto del mercado de los todocamino (SUV) y ahora cuenta con dos modelos: Karoq (lanzado el año pasado) y Kodiaq (de reciente aparición). Si el primero cuenta con carrocería de hasta siete plazas, el segundo es algo más pequeño y más lógico, si cabe. Mide 4,38 metros de longitud y no puede negar que comparte diseño con su primo, el Seat Ateca, aunque exhibe detalles de personalidad diferentes, como el diseño del frontal y los faros partidos, que a nosotros nos parecen mejor resueltos, así como la parte trasera.
También cuenta con un acabado interior de mejor aspecto que el del Ateca, a lo que añade una buena cantidad de huecos para dejar objetos y detalles prácticos, típicos de Skoda, que facilitan el uso diario, como portagafas, soporte y cargador inalámbrico para el móvil, tomas USB y de 12 V, mesitas plegables ante las plazas traseras, alfombrilla reversible en el maletero, rascador para el hielo del parabrisas, papelera en el interior de la puerta del copiloto, paraguas bajo el asiento, iluminación del suelo al abrir las puertas, ganchos y soportes en el maletero, linterna extraíble, etc.
El habitáculo es vistoso y sólido, con plásticos blandos en la parte superior del salpicadero y puertas, detalles tecnológicos como el cuadro de mandos digital, luz ambiental de diez colores o el sistema multimedia, con pantalla táctil de hasta 9,2 pulgadas, y una habitabilidad que es una de sus mayores virtudes pues acoge con garantías a cinco pasajeros, con buenas cotas en las plazas traseras, especialmente si nos fijamos en la altura. Lástima que el gran túnel de transmisión dificulte la comodidad de la plaza central trasera. La interesante opción VarioFlex (320 €) permite el desplazamiento longitudinal de los asientos traseros, reclinar sus respaldos o retirarlos, además de centrar los dos laterales para aumentar el espacio. Mencionar que el maletero es de los más grandes del segmento, cubica 521 litros.
La gama mecánica consta de dos motores de gasolina y dos diesel, en ambos casos de 115 y 150 CV de potencia. El turbodiésel 2.0 TDI de 150 CV de nuestra prueba es un viejo conocido del grupo VAG. Un motor solvente y fiable que logra buenas cifras de consumo (6,0 l/100 km en condiciones reales), aunque en contrapartida es algo ruidoso en frío.
Acelera bien en todas condiciones y la tracción 4x4 (única disponible para este motor) le otorga un plus de seguridad muy interesante en caso de lluvia o firme deslizante. Dispone de un botón en la consola central que permite elegir entre cinco modos de conducción: Eco, Normal, Sport, Individual y Snow. Cada uno ofrece un ajuste diferente de la respuesta del motor, la dirección, suspensión y aire acondicionado. Otro botón adicional en la consola, denominado “off-Road” está pensado para circular fuera de carretera, activa los sistemas de ayuda al descenso de pendientes y hace más rápida la transición a la tracción total en caso de falta de agarre.
No olvidemos que, en condiciones normales, las ruedas delanteras transmiten al suelo la fuerza del motor y solo si el sistema detecta en algún momento una falta de adherencia, se envía parte de esa fuerza a las traseras, como si fuera un 4x4. En todo caso, el Karoq no es un todo-terreno (así lo dice el manual de instrucciones). Su altura al suelo, de 17,6 centímetros puede resultar suficiente en algunos casos pero no conviene abusar, a riesgo de quedar empanzado.
En carretera es un vehículo muy equilibrado, con una ejemplar dinámica de conducción que permite circular, tanto en tramos rápidos como virados, a un ritmo superior al del resto de coches con los que comparte la vía, y siempre con una gran sensación de confianza y control, sin que se resienta el confort para los ocupantes. Los 150 CV de potencia del motor y el elevado par, de 340 Nm entre 1.750 y 3000 vueltas, tienen buena culpa de ello, sin olvidar el buen ajuste y precisión de la dirección, que dirige el coche sin titubeos mientras mantiene un amplio margen de seguridad.
La caja de cambios de serie en una manual de seis marchas de tacto exquisito, por suavidad y precisión. Opcionalmente, puede solicitarse con una caja automática de doble embrague DSG (1.800€).
Además de utilizar mecánicas conocidas, no hay sorpresas tecnológicas en el Karoq. Está basado en la plataforma MQB, común al Seat Ateca y al Volkswagen Tiguan, por citar dos ejemplos, por lo que se beneficia de los más avanzados sistemas de seguridad y de ayuda al conductor de sus primos, como los faros con tecnología LED, programador de velocidad activo (625 €), asistente en atascos, asistente al aparcamiento (330 €), detección de vehículos en el ángulo muerto, avisador de cambio involuntario de carril con acción sobre el volante (770 €), servofreno de emergencia con detección de obstáculos, reconocimiento de señales de tráfico…
Dos son los acabados disponibles para esta motorización: Ambition (27.865 €) y Style (30.765 €), aunque el Karoq más económico es el 1.0 TSI de gasolina, de 115 CV (21.693 €).
Confortable, seguro, bien equipado y con detalles muy prácticos para el uso diario, el
Skoda Karoq nos ha dejado un buen sabor de boca. Además, el reputado motor turbodiésel 2.0 de 150 CV le permite un buen andar con un consumo realmente ajustado. Un modelo familiar muy interesante.
FICHA TÉCNICA
Skoda Karoq Style 2.0 TDI 150CV
DIMENSIONES
Longitud: 4,382 metros
Anchura: 1,841 metros
Altura: 1,607 metros
Batalla: 2,630 metros
Maletero: 521 litros
MOTOR
Combustible: diesel
Posición: delantero transversal
Cilindrada: 1.968 cc
Número de cilindros: 4
Potencia: 150 CV entre 3.500 y 4.000 rpm
Par máximo: 340 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm
Cambio: manual 6 velocidades
Tracción: total
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 196 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 8,7 segundos
Consumo medio: 5,0 l/100 km
Emisiones CO2: 132 g/km
Precio: 30.765 €
J.Miguel Quintana – www.vidapremium.com