Se trata de una familia de avanzados propulsores turboalimentados de cuatro cilindros fabricados en aluminio, en versiones de gasolina y diesel, todos ellos de 2.0 litros de capacidad. Están diseñados para todo tipo de sistemas de tracción, con transmisiones manuales y automáticas, utilizando tecnologías patentadas para reducir fricción, consumo y emisiones. Además, gracias a su diseño modular, simplifican su fabricación al compartir componentes entre las versiones de gasolina y diesel.
En plena época de globalización e intercambio de tecnología entre marcas competidoras, los motores Ingenium, en cambio, son genuinamente británicos, diseñados por los propios ingenieros de Jaguar-Land Rover en el centro de desarrollo de Gaydon y fabricados en la factoría de Wolverhampton, ambos en el Reino Unido.
Las primeras versiones turbodiésel 2.0 de 163 y 180 CV, llegaron el año pasado con el nuevo Jaguar XE y más tarde a los XF y F-PACE. El turbodiésel de 240 CV que llega ahora es el primer motor Jaguar de cuatro cilindros con doble turbo; el primero, fijo, se complementa con el adicional de aspas variables para conseguir un elevado par motor de 500 Nm, disponible en un amplio rango, entre 1.500 y 2.500 rpm. Cuenta con inyectores electromagnéticos con una presión de inyección de 2.200 bar y cumple los requisitos EU6c en materia de emisiones, que serán obligatorios desde septiembre de 2018.
Con este propulsor, denominado 25d, el Jaguar XE acelera con una enorme fuerza desde pocas vueltas, pasa de 0 a 100 en 6,1 segundos y mantiene altas velocidades de crucero en todo tipo de vías con un consumo muy contenido, pues homologa solo 5,2 l/100 km. Sube con facilidad a más de 4.000 vueltas, aunque emite un sonido y vibraciones más elevado de lo que desearíamos. Solo está disponible con la tracción total AWD y cambio automático de 8 velocidades, con un precio que parte de 49.060 €.
También está disponible en los modelos Jaguar XF y F-PACE.
La gama de gasolina se complementa con los denominados 20t y 25t, con dos niveles de potencia, de 200 y 250 CV respectivamente. Se trata de un único propulsor muy eficiente, de dos litros y cuatro cilindros, provisto de turbina de doble flujo, que equipa los Jaguar XE, XF y F-PACE. Cuenta con inyección directa de gasolina, distribución variable y válvulas electrohidráulicas, con una diferente gestión electrónica para cada diferente potencia y el mismo consumo homologado, de 6,8 l/100 km, en el caso del XE 20t o 25t
El Jaguar XE 25t que hemos podido probar por carreteras y Autobahn alemanas es tan suave y silencioso como un V6 de gasolina, mucho más refinado que la versión diesel 25d. Su par máximo, de 365 Nm, se encuentra desde solo 1.200 rpm, lo que explica la estupenda aceleración desde un bajo régimen y su gran capacidad para coger revoluciones. Con este propulsor, sin duda el más apetecible de la gama, la ingeniería de motores británica recupera su prestigio. Este propulsor ya está disponible para los modelos Jaguar XE (desde 42.360 €), XF (desde 52.460 €) y F-PACE (desde 56.870 €).
Falta añadir que toda la gama Jaguar pasa a ofrecer tres años de garantía sin límite de kilómetros, y que los costes de mantenimiento se ven reducidos, con intervalos de mantenimiento de dos años o 34.000 kilómetros.