Este atractivo Cabrio completa la gama Mercedes-Benz Clase C, que ya cuenta con versiones Berlina, Estate y Coupé. Los técnicos de Mercedes-Benz han acertado de pleno compartiendo las claves de diseño con el impresionante Clase-S Cabrio: unas líneas limpias y elegantes como definición del lujo y, al mismo tiempo, un carácter juvenil y deportivo.
Para realizar el descapotable se ha tomado el Coupé como punto de partida, con idénticas dimensiones exteriores (4,68 metros de largo por 1,81 de ancho), mismas mecánicas y aspecto exterior, al menos cuando la capota está extendida.
Entre sus líneas elegantes, tanto en configuración cerrada como abierta, destacan los anchos hombros, pilotos traseros planos con tecnología de iluminación LED y una carrocería que se sitúa quince milímetros más cerca del suelo, en comparación con la berlina, lo que acentúa el carácter dinámico y ayuda a rebajar el coeficiente de resistencia aerodinámica, dejándolo en un excelente Cx de 0,28.
Capota clásica
A pesar de que la marca cuenta con casi dos décadas de experiencia con techos rígidos plegables, el C Cabrio usa la clásica capota de lona que, no solo ahorra peso y complicaciones mecánicas, sino que añade la comodidad de poder plegarse o desplegarse en marcha, circulando hasta 50 km/h, en una operación que apenas necesita 20 segundos. Al guardarse, la capota desaparece silenciosamente en el maletero, cubriéndose con una tapa perfectamente integrada en el habitáculo.
El tejido de esta es de color negro aunque, opcionalmente, está disponible una versión multicapa, terminada en colores marrón, azul o rojo, además del negro, con más capacidad de aislamiento térmico y sonoro. Durante la presentación del modelo, realizada en Trieste, diluvió y granizó, lo que nos sirvió para comprobar su perfecta estanqueidad.
Para todo el año
No hay que esperar al verano para viajar al aire libre, pues el C Cabrio cuenta con sistemas que permiten circular con el máximo confort en cualquier época del año.
Destaca el ‘AIRCAP’, un para-vientos eléctrico que, a modo de visera, se despliega por encima del parabrisas para reducir en gran medida los remolinos de aire en el habitáculo. Se activa eléctricamente, hasta 160 km/h, mediante un botón que también eleva una pantalla por detrás de las plazas traseras.
Otro sistema, en este caso más conocido, es el ‘AIRSCARF’ o bufanda de aire, que envía un flujo caliente desde el reposacabezas al cuello de los ocupantes de los asientos delanteros. Además, se ha calibrado el sistema de climatización para que las manos del conductor reciban una corriente de aire cálido.
Acabado superior
El habitáculo conserva los toques deportivos que ya conocemos en el C Coupé. La alta calidad de los materiales empleados se aprecia desde el primer instante: tapizados en cuero pespunteado, detalles en aluminio, revestimientos perfectamente integrados y molduras de madera, que se pueden combinar individualmente para otorgar un carácter artesanal al ambiente interior.
A pesar del gran volumen de la consola central, que resta holgura lateral para las piernas, los pasajeros delanteros disponen de gran espacio en anchura y longitud. Van sentados en unos asientos integrales que ofrecen buena sujeción, un alto grado de confort y la posibilidad de tener calefacción y ventilación. Además, disponen de serie de unos brazos automáticos muy cómodos, que aproximan los cinturones para evitar tener que girarse para alcanzarlos.
Al ser un modelo de cuatro plazas, en configuración 2+2, los dos asientos traseros son más indicados para una utilización ocasional, pues pecan de escasez de altura para las cabezas cuando la capota está extendida.
El maletero es grande para tratarse de un descapotable, pues tiene una capacidad de 285 litros, si la capota está guardada en él, y pasa a 360 en configuración cubierta. Además, los respaldos de los asientos traseros son abatibles en dos mitades iguales.
El equipamiento es muy abundante, pues cuenta, entre otros, con “HeadUp Display”, pantalla multimedia de 7 u 8,4 pulgadas, sistemas de seguridad con frenada automática, aviso de cambio involuntario de carril con corrección de la trayectoria, detección vehículos en el ángulo muerto, visión superior de 360º para ayudar en las maniobras en sitios estrechos, y un sistema de protección, en forma de arcos escondidos en los reposacabezas traseros, que se levantan en caso de vuelco.
Los mismos motores
Llegará a España con idénticas mecánicas que el C Coupé. Se trata de los turbodiésel C 220d y C 250d, ambos de cuatro cilindros en línea de muy bajo consumo, con 2,1 litros de capacidad y potencias de 170 y 204 CV respectivamente. La oferta de propulsores de gasolina consta de los C 200 y C 300, ambos de 2,0 litros y cuatro cilindros con 184 y 245 CV respectivamente, además de los fabulosos V6 AMG 43, de 367 CV y V8 AMG 63 S, de 510 CV. Todos los motores cuentan con una caja automática de nueve marchas ‘9G-TRONIC’, desarrollada por la marca, excepto el AMG 63 S, que dispone de una ‘SPEEDSHIFT MCT AMG’ de siete.
Estilo y dinamismo son virtudes intrínsecas en un descapotable como este, que presume de la disposición mecánica tradicional de Mercedes, con motor delantero y tracción trasera, a lo que une el excelente tarado del chasis y amortiguación, con suspensión multibrazo en los dos ejes y la dirección directa para un guiado más preciso.
Al añadir un peso relativamente bajo para ser un descapotable (1660 kilos en vacío), nos encontramos ante un modelo realmente divertido y seguro de conducir: cómodo en autopista y francamente ágil en zonas viradas, con un eje delantero obediente a la menor insinuación del volante.
El turbodiésel C 220d de ‘sólo’ 170 CV resulta especialmente silencioso en su funcionamiento, apenas se nota el ronroneo de la mecánica y empuja con mucha fuerza desde 1.300 revoluciones. Todo esto es poco para describir la sensación de comodidad y fluidez con la que se conduce, aunque los más exigentes pueden optar por un tren de rodaje deportivo para ganar agilidad en las zonas de curvas. Declara un consumo medio de 4,5 litros cada 100 kilómetros, fácilmente replicables en la práctica, practicando una conducción relajada.
El C 300 tiene un carácter diferente; un verdadero placer para los sentidos. Animado por un propulsor de gasolina de cuatro cilindros, con 245 CV de potencia, sube de vueltas con más facilidad y, al estar equipado con una dirección opcional, más directa, ofrece un plus de deportividad. Más aún si monta la suspensión neumática ‘AIRMATIC’, con regulación de altura y ajuste progresivo de la amortiguación, que aísla de las irregularidades de la carretera, a lo que añade el ‘DYNAMIC SELECT’ para elegir entre cinco modalidades de conducción: ECO, Comfort, Sport, Sport+ e Individual.
Culminando la gama mecánica se encuentran los AMG C Cabrio. El AMG C43 4MATIC monta el propulsor V6 biturbo de 367 CV con tracción a las cuatro ruedas que, además sus prestaciones y gran seguridad, ofrece un sonido cautivador que puede resaltarse al pulsar un botón en la consola. Por su parte, el AMG C63 S está equipado con el fabuloso V8 biturbo de 510 CV. Se distingue exteriormente por los pasos de rueda de mayor tamaño, difusor trasero, cuatro salidas de escape y grandes discos de freno. Además, monta un diferencial autoblocante trasero, y llantas de 19 pulgadas.
En resumen, podemos decir que el Mercedes C Cabrio es un auténtico descapotable para usarse todo el año, realmente bello y nada aparatoso. Aunque aún no se conocen los precios, los concesionarios ya admiten pedidos del nuevo descapotable de Mercedes-Benz que llegará en septiembre.
F. Ponce de León (Trieste, Italia) – www.vidapremium.com