Después de 22 años de presencia en Europa, SsangYong empieza a situarse con más presencia en un mercado donde los SUV cada vez tienen más protagonismo, y es que la marca coreana se ha convertido en especialista en este tipo de vehículos, con una amplia gama 4x4 que ya cuenta con cuatro modelos. La novedad este año es el SsangYong XLV, un modelo de 4,44 metros de longitud que parte de la base del SsangYong Tivoli, sobre el que crece 24 centímetros con la misma plataforma, para convertirse en un monovolumen compacto muy amplio y competitivo en precio.
Los responsables de SsangYong lo definen como un 5+5 en referencia a sus cinco plazas y capacidad para llevar el equipaje de cinco adultos. Es el hermano pequeño del Rodius, que en este caso sería un 7+7, con el mismo planteamiento práctico para viajar en familia y mucho equipaje. Los rivales del XLV serán numerosos, porque además de los SUV como el Kia Sportage, Ford Kuga o Nissan Qashqai, se enfrentará sin complejos a modelos familiares en formato monovolumen, como el Citroën C4 Picasso o Ford C-Max.
El coche parte de la base del SsangYong Tivoli, con el que comparte plataforma, pero en la parte trasera se ha ampliado el espacio con unas líneas que recuerdan al monovolumen Rodius, creando un maletero que tiene capacidad de 574 litros con la bandeja en posición elevada y de 720 sin ella, con un máximo de 1.440 litros si prescindimos de la segunda fila de asientos. Durante la presentación del modelo coreano pudimos comprobar la gran versatilidad del espacio de carga, donde es posible guardar una maleta grande, tres medianas y una pequeña sin que el conductor pierda visibilidad por la luneta trasera. Además, el maletero cuenta con una bandeja que se puede situar en dos alturas, en la más baja para tener mayor capacidad y una más alta que crea un espacio de 145 litros para guardar objetos y que no queden a la vista. La única pega es que carece de rueda de repuesto, y en caso de pinchar, únicamente tenemos un kit de reparación.
Otro punto a favor de este coche es la amplitud de las plazas traseras y el buen aprovechamiento del espacio para que puedan viajar tres personas –la central un tanto estrecha- y con bastante sitio en los pies, porque el túnel central apenas mide 15 centímetros. El espacio para las piernas es notable para tratarse de un coche de tan sólo 4,4 metros de longitud, y hay bastante sitio para los hombros por la forma vertical de la carrocería.
En el interior se nota un salto cualitativo respecto a otros modelos de la marca del pasado, empleando materiales de más calidad y un diseño que resulta agradable a la vista, con toda la instrumentación bien situada y fácil de utilizar por el conductor. En el centro hay una pantalla a color para manejar el equipo de audio y debajo los mandos de la climatización, con buenos ajustes y una calidad más que aceptable.
En el equipamiento de serie es muy completo desde el acabado básico Line (desde 16.650 euros sólo en gasolina) que trae llantas de 16”, ordenador de viaje y alarma y en el caso del intermedio Premium (desde 20.500 euros) añade el climatizador bizona, ordenador de viaje con indicador de ángulo de giro del volante, cámara de visión trasera o volante multifunción con la base plana. El más completo se denomina Limited (22.000 euros) y trae llantas de 18”, navegador con pantalla de 8”, techo solar, volante y asientos delanteros calefactables y sensor de luces y lluvia.
Las mecánicas que emplea el SsangYong XLV son ya conocidas en la gama, un motor gasolina 1.6G con distribución variable que entrega una potencia de 128 CV y un par de 160 Nm con sistema Start/Stop, caja manual de 6 velocidades y un consumo medio homologado de 6,8 litros y un motor diesel D16T con turbo de geometría variable que logra una potencia máxima de 115 CV y 300 Nm entre 1.500 y 2.500 rpm, con un consumo medio de 4,5 litros gracias al sistema Start/Stop.
En la prueba realizada por carreteras de la sierra madrileña hemos tenido ocasión de conducir el motor diesel, tanto en versión manual como en automático. Sorprende lo bien que va con tan solo 115 CV, porque empuja con gran decisión y no resulta más ruidoso que otros motores de este tipo. Si tenemos en cuenta que mide 1,68 metros de alto, se comporta bastante bien en carreteras de curvas y se puede viajar a un buen ritmo sin acusar cansancio porque las suspensiones y asientos resultan cómodos, mientras que el ruido aerodinámico no es perceptible si se circula a velocidades normales. El cambio automático no es ninguna maravilla, funciona correctamente pero da la sensación de que el motor pierde potencia.
La gama es muy sencilla, compuesta por dos motores, tres acabados –Line, Premium y Limited- y los precios parten de 16.650 euros para el modelo de acceso, el XLV G16 Line –incluye un descuento de 2.250 euros- hasta los 24.000 euros del XLV D16T Limited Automático, que tiene un descuento promocional de 2.000 euros. Las únicas opciones que se pueden solicitar son el sistema de navegación GPS (500 euros), pintura metalizada (410 euros), rueda de emergencia (100 euros) y el pack de utilidad (bandeja cubremaletero, bandeja rígida articulada y kit de reparación de pinchazos) por 200 euros. La caja de cambios automática por variador continuo está disponible únicamente con la motorización diesel y tiene un precio de 2.000 euros. La garantía es de 5 años o 100.000 kilómetros y no está prevista una versión con sistema de tracción 4x4.
José A. Prados – www.vidapremium.com