Frente a una corriente que quiere demonizar los combustibles fósiles, tanto gasolina como diesel, que incluso se plantea prohibir su fabricación en 2040, el número de entusiastas de los coches clásicos sigue creciendo en España, un país que todavía está a años luz de otros vecinos europeos como Gran Bretaña o Francia, donde hay una auténtica pasión por estas ‘joyas de cuatro ruedas’.
 
Cada vez es mayor el número de aficionados al motor que deciden incorporar a su garaje alguna pieza clásica, se empieza por un coche que despierta algo de nostalgia y el gusanillo se encarga de incrementar la colección en poco tiempo. No se puede hablar de un ‘boom’ de los clásicos, pero en distintas asociaciones reconocen que el interés por este tema va en aumento en nuestro país, como se puede constatar en las concentraciones, rallys y ferias de un sector que siempre ha tenido un gran atractivo.
 
El pasado mes de mayo asistimos a un bonito evento en el Circuito del Jarama con motivo de la celebración del 50 aniversario del Seat 124, un coche con el que muchos españoles aprendieron a conducir, todos los fines de semana hay concentraciones de clásicos en numerosos puntos de España y se están popularizando pruebas en las que los protagonistas son vehículos con más de 25 años de antigüedad, como el Spain Raid Classic, que acaba de celebrar su quinta edición en un espectacular recorrido por caminos que se inició en Andorra y finalizó en Madrid tras una semana de aventuras con barro y lluvia por unos parajes increíbles.
 
En esta labor de promoción del coche clásico juegan un papel fundamental algunos organismos como la Asociación Española de Clásicos Deportivos (AECD), fundada en 1974, y que organiza numerosas actividades turístico-gastronómicas, concursos de elegancia, pruebas como slalom o velocidad y hasta rallys de regularidad. Y los salones como Retromóvil, ClassicAuto Madrid o AutoRetro en Barcelona son citas obligadas para los entusiastas de los coches y motos antiguos, aunque los que de verdad quieren ver auténticas joyas viajan a Paris en el mes de febrero a Retromobile.
 
La consideración de ‘Histórico’ en un vehículo o motocicleta tiene algunas ventajas para sus propietarios, no tantas como en otros países europeos, pero, por ejemplo, según marca el Reglamento de Vehículos Históricos de 1995, los vehículos con más de 25 años de antigüedad pasan a formar parte de un régimen especial por el que están exentos del pago del impuesto municipal de circulación. En estos momentos de incertidumbre con las limitaciones que se preparan para los modelos de gasolina y diesel se escuchan rumores de todo tipo, alguno en el sentido de que se eliminará esta exención, aunque no hay nada confirmado hasta la fecha.
 
Otra ventaja es que, por razones de edad, el seguro de un coche clásico es bastante más barato que el de un automóvil que se usa a diario y en desplazamientos vacacionales, ya que los coches de coleccionistas suelen salir mayoritariamente los fines de semana, en concentraciones y en eventos puntuales. Algo parecido sucede con los seguros de motos clásicas, en algunos casos piezas de colección, que suelen rodar muy poco por las carreteras, pero que deben tener cubiertos unos aspectos básicos para los desplazamientos.
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