Los esquiadores que descienden por la pista de La Perdiz Blanca o Prados Blanco se quedan sorprendidos los fines de semana cuando contemplan un circuito trazado sobre la nieve en el que cuatros modelos de la gama Ford 4x4 –Kuga, Edge, Mondeo y S-Max- realizan derrapadas sobre la nieve sin perder en ningún momento el control de la trayectoria. Y es una experiencia que está abierta a todos los que deseen experimentar nuevas sensaciones sobre una superficie deslizante y tener la oportunidad de aprender el manejo en estas situaciones que no son muy habituales en nuestro país, pero que se pueden dar en inviernos tan duros como el que estamos viviendo.
Hemos tenido ocasión de vivir esta experiencia en primera persona y la recomendamos a todos los conductores, simplemente por seguridad. La jornada de esquí toca a su fin en un día marcado por el fuerte viento y copiosas nevadas que han dejado las pistas con un considerable manto blanco. Tomamos el telesilla y nos dirigimos a la zona de Prado Blanco, justo en la parte inferior del trampolín de saltos, donde está instalado el espectacular iglú Vignale, una gran terraza y un salón con paredes acristaladas que nos protege del intenso vendaval y desde donde se contempla todo el circuito oval.
Estamos a 2.000 metros de altura y el termómetro del coche marca -8ºC. Ajustamos el asiento, cinturón de seguridad puesto y tras unos breves consejos del monitor –los clientes que asisten reciben una breve formación teórica-, iniciamos suavemente la marcha para experimentar que el Ford Kuga Vignale tracciona increíblemente bien ayudado por el eficaz sistema 4x4 y los neumáticos de invierno. El estado de la pista está bastante delicado, ha nevado durante muchas horas y el espesor es considerable. El coche que nos precede tiene alguna dificultad y hay que echar un cable para sacarlo del agujero por exceso de nieve, pero nuestro Kuga no se inmuta y traza con precisión los giros, marcándose unas bonitas derrapadas que tendremos que corregir de forma suave con un contravolante.
Dejamos paso al siguiente grupo y nos refugiamos en el iglú mientras la máquina se encarga de acondicionar la pista. Ya es noche cerrada y tenemos que circular con las luces y bastante precaución porque los surcos en la nieve son profundos en alguna parte del trazado y nuestro S-Max Vignale no tiene tanta altura libre al suelo como el Kuga y debemos buscar bien el sitio para pasar si no queremos ‘empanzarnos’. Sorprende lo bien que se desenvuelve este monovolumen en la nieve, con una tracción eficaz y mucha precisión al volante, además de ser divertido cuando forzamos el giro y hacemos contravolante para ir por la trayectoria adecuada.
Nuestra experiencia Ford Open Trail ha sido intensa. Viajamos desde Madrid en AVE hasta Zaragoza, y a los mandos de un Ford Kuga Vignale TDCI 4x4 tomamos la autovía hasta Huesca, continuando después por carretera nacional hasta el pirineo oscense, donde se encuentra la estación de esquí de Astún cerca de la frontera con Francia. Después del curso de conducción cenamos en un restaurante en las pistas, y ya de noche, bien equipados para soportar el intenso frío, bajamos esquiando con antorchas hasta el aparcamiento, donde nos espera la gama Vignale 4x4 con sus lujosos acabados y calefacción en los asientos para regresar al hotel.
Durante 30 minutos se realizan técnicas de conducción segura sobre nieve y hielo, aprendiendo a frenar, trazar una curva, controlar un derrape, y, lo más importante, frenar con seguridad, todo supervisado por un monitor que se encarga de corregir defectos y dar los mejores consejos. En el circuito están disponibles tanto vehículos Ford tipo SUV como el Kuga Vignale o Edge Vignale, con mayor altura libre al suelo, una berlina, el Mondeo Vignale, y un monovolumen, el S-Max Vignale, todos con sistema de Tracción Total Inteligente que distribuye de una forma óptima el par entre las cuatro ruedas, dando preferencia a la que mayor agarre tiene en cada momento.
Las reservas para los cursos de conducción en nieve se pueden hacer a través de la página web de Ford Snow Driving y el precio es de 25 euros con una duración de una hora, incluyendo el forfait de acceso a la zona del curso, no el de esquí en la estación de Astún. El circuito estará operativo hasta el día 1 de abril, durante los fines de semana y todos los días de Semana Santa.