Los modelos utilitarios han crecido mucho en los últimos tiempos. Hace poco, un coche de 4 metros de longitud solo podía ser un compacto del segmento C. Ahora no es así, y “nuestro” Micra, que frisa esa medida, se codea sin complejos tanto entre los pequeños urbanos como con los auténticos ruteros, como es el caso de la versión que probamos aquí, movida por un pequeño motor de gasolina de tres cilindros y 900 centímetros cúbicos, que ofrece 90 CV de potencia.
 
La quinta generación del pequeño japonés no tiene nada que ver con su predecesor. Se ha creado desde cero, partiendo desde un folio en blanco, y el resultado se nota positivamente. Crece 17 centímetros en longitud y 7 en achura, mejorando sustancialmente la habitabilidad y el maletero. Además, la distancia entre ejes también es 7 centímetros superior, con lo que logra un mayor aplomo circulando por carretera.
 
Formas y colores llamativos y rebeldes, con una amplia oferta de personalización y carrocería de cinco puertas exclusivamente, le confieren un aspecto que gusta a la gente joven, como es el caso de las llantas negras de 17 pulgadas (de serie en el acabado Tecna) con detalles naranja, a juego con las molduras delanteras y traseras, bajo de las puertas y retrovisores exteriores.
 
Por dentro, el acabado mullido en piel bicolor del salpicadero y consola central es muy vistoso. Las plazas delanteras son amplias, con asientos cómodos que sujetan perfectamente el cuerpo en las curvas y situados en una posición no demasiado elevada.
Detrás no es lo mismo, pues los pasajeros altos podrán rozar con el techo, mientras que las puertas, con manivela para subir o bajar las ventanillas, tienen un limitado radio de apertura y padecen de un incómodo picaporte, situado en la parte superior de las mismas.
 
El volante multifunción, de tres radios, agrupa hasta 20 botones, lo que obligará a tomarse un tiempo para memorizar la función de cada uno. Desde él se controla una pequeña pantalla de 5,0 pulgadas, situada entre los relojes del velocímetro y cuentarrevoluciones del cuadro, que muestra diferentes datos del ordenador de a bordo. La pantalla táctil a color de 7,0 pulgadas, situada en el centro, ilustra las informaciones del navegador, cámara de visión trasera y equipo de sonido. Más abajo están los mandos del climatizador automático y la toma USB.
 
Muy agradables son los grandes y prácticos parasoles, muy útiles cuando el sol está bajo. El maletero, que obtiene buena nota por su capacidad (300 litros), la rebaja por la presencia del casi inútil kit de reparación de pinchazos. La rueda de repuesto temporal ha de pagarse como opción (100 €).
 
En marcha, el pequeño motor de 0,9 litros y tres cilindros es impetuoso gracias a la acción del turbocompresor, con una respuesta contundente aunque, eso sí, siempre que gire por encima de las 2.200 rpm (por debajo de esas vueltas se muestra perezoso). Está asociado a un cambio manual de cinco velocidades caracterizado por una quinta marcha de desarrollo muy largo.
 
¿Qué significa esto? Pues que la caída de vueltas del motor al pasar de cuarta a quinta es muy importante (1.000 revoluciones aproximadamente), lo que obliga a usar la quinta marcha solo por encima de 90 km/h si no queremos quedarnos con muy poca fuerza para acelerar. El tacto del cambio y de la dirección es satisfactorio y el consumo medio real (homologa 4,6 l/100 km) se mantiene en 6,2 litros cada 100 km, una cifra razonable, ayudado por un eficaz sistema Stop/Start que limita la sed en los frecuentes atascos.
 
Es divertido en carretera, con un buen comportamiento dinámico, sin penalizar el confort. Sobresale el sistema Chasis Control, que contempla los controles inteligentes de calzada y de trazada, limitando los movimientos de la carrocería y ayudando en las curvas más cerradas al actuar selectivamente, y de manera muy suave, sobre los frenos sin que el conductor se percate, regalándole una gran sensación de control. Además, analiza continuamente las condiciones del asfalto para regular la suspensión, evitando balanceos y ofreciendo más comodidad al superar badenes.
 
Nada que objetar a la capacidad de frenada, que es siempre contundente y estable a pesar de montar unos simples tambores en las ruedas traseras. A esto ayuda el hecho de montar unos generosos neumáticos en medida 205/45 R17.
 
El equipamiento ofrecido de serie en el acabado Tecna es muy generoso, con una abundante dotación en materia de seguridad: Frenada automática de emergencia, Avisador de cambio involuntario de carril, Reconocimiento de señales de tráfico, Alerta de tráfico cruzado al salir marcha atrás, Aviso de obstáculos en los ángulos muertos, Sensores automáticos de luces y lluvia, Cámara trasera con visión periférica de 360º…
Son opcionales los Faros Full Led (350 €), Asientos en piel calefactados (1.150 €) y Personalización exterior Plus (700  €).
 
Algunos precios del Nissan Micra (gasolina)
1.0 70 CV Visia: desde 13.550 €
IG-T 90 CV Visia+: desde 16.150 €
IG-T 90 CV Acenta: desde 17.100 €
IG-T 90 CV N-Connecta: desde 17.700 €
IG-T 90 CV Tekna: desde 19.000 €
IG-T 90 CV Bose Edition: desde 20.050 €
 
FICHA TÉCNICA
DIMENSIONES
Longitud: 3,999 metros
Anchura: 1,743 metros
Altura: 1,455 metros
Batalla: 2,525 metros
Peso: 1.076 kilos
Maletero: 300 litros

MOTOR
Combustible: gasolina
Posición: delantero transversal
Cilindrada: 898 cc
Potencia: 90 CV a 5.500 rpm
Par máximo: 140 Nm a 2.250 rpm
Cambio: manual 5 vel
Tracción: delantera

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 175 km/h
Aceleración 0 a 100 km/h: 12,1 segundos
Consumo medio: 4,6 litros
Emisiones CO2: 104 g/km
PRECIO acabado Tecna: 19.000 euros
 
M.Q./J.A.P.www.vidapremium.com
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