Es el centro de atención y atrapa todas las miradas allá donde esté. No en vano es el todo-terreno descapotable de lujo más exclusivo del mundo. Supone un paso más allá entre los SUV (Sport Utility Vehicle) compactos de lujo, una categoría en la que el Evoque fue el pionero. Su techo de lona, desarrollado para mantener la silueta del modelo original, está tan bien resuelto que, en nuestra opinión, le añade atractivo.
 
Tras una semana al volante, observándolo y probando sus características podemos asegurar que los técnicos británicos han resuelto satisfactoriamente algo muy importante, que poca gente nota: mantener el equilibrio estético del modelo, que podía quedar afectado al suprimir la línea de cintura. También han resuelto los problemas de rigidez surgidos al eliminar el techo, diseñando refuerzos para evitar las torsiones adicionales, dar seguridad en caso de vuelco y evitar ruidos y vibraciones
 
Asegurar espacio para ocultar el techo plegado ha significado una revisión de la línea de la zaga, en la que destaca un prominente labio sobre la tapa del maletero y una reducción apreciable en el tamaño del mismo, que ahora se queda en 251 litros, frente a los 550 del Coupe original, con una boca de carga mucho más estrecha.
 
El mecanismo de plegado y desplegado del techo es totalmente automático. Se puede activar en marcha, hasta 50 km/h, por medio de unos motores eléctricos que invierten entre 18 y 21 segundos en la operación, con una mínima invasión de espacio en el habitáculo. Conserva las cuatro plazas de capacidad, con menos espacio para las piernas de los pasajeros traseros en unos asientos ciertamente más incómodos, al quedar el respaldo más vertical, que en el modelo clásico, de techo rígido. Eso sí, las plazas delanteras mantienen su amplitud y comodidad. 
 
Los asientos se pueden complementar con calefacción, ventilación y masaje, con un potente climatizador para garantizar una correcta temperatura interior, algo muy importante en un descapotable. También aporta un sistema de conectividad e infoentretenimiento con pantalla táctil de 10,2 pulgadas que ofrece una variada información, complementaria al display digital situado entre los dos relojes analógicos (velocímetro y tacómetro) de la instrumentación. 
 
No hay duda que el modelo es más ‘molón’ que cualquier otro todo-terreno, pero eso no es obstáculo para que mantenga las reputadas capacidades para circular por cualquier superficie que tienen todos los Range Rover, gracias a los avanzados sistemas de tracción total ‘Terrain Response’, Wade Sense y All-Terrain Progress Control de que está provisto, con una capacidad de vadeo de 500 milímetros. Al principio, resulta extraño recorrer una pista en el campo sin nada por encima de la cabeza, aunque pronto nos habituamos a superar obstáculos difíciles, pues el mencionado Terrain Response hace fácil lo difícil, sin que se noten crujidos en la carrocería.
 
Al volante, la impresión es de estar muy protegido, con una alta línea de cintura que resguarda del viento a los ocupantes y un parabrisas bien estudiado para evitar las turbulencias, que permite viajar a 120 km/h con el cielo abierto con relativa comodidad. Lástima que el deflector de viento, que se debe montar sobre los asientos traseros, no sea un elemento de serie.
 
Los refuerzos estructurales adoptados, para lograr la buena rigidez torsional, redundan en un importante aumento del peso, lo que tiene consecuencias en el comportamiento dinámico y en las inercias en los cambios de apoyo si queremos ir a buen ritmo en zonas de curvas. Es mejor limitarse a un ritmo tranquilo por carretera, o incluso por pistas tierra, lo mismo da, buscando una conducción relajada, fluida y segura.
 
El motor de nuestra unidad de pruebas es un moderno 2.0 turbodiésel de la familia “Ingenium”, de 180 CV, muy eficaz y silencioso, algo muy importante en un modelo descapotable, en el que la mecánica se deja oír más claramente. Acelera muy bien, teniendo en cuenta que el peso del automóvil ronda las dos toneladas, y dispone de una excelente caja de cambios automática ZF, con convertidor de par, de nueve velocidades, en la que la primera es especialmente corta, para favorecer las arrancadas en rampa o en situaciones complicadas.
 
Como todos los modernos Range Rover y Jaguar, el selector de cambio es un original mando giratorio retráctil. Además, dispone de unas levas en el volante, que permiten cambiar de marcha de manera manual. Homologa unos optimistas 5,7 litros cada 100 kilómetros de consumo en ciclo mixto. La realidad de nuestra prueba los elevó a 7,8 l/100.
 
El Evoque más cautivador tiene un precio que parte de 52.450 €, con el motor TD4 de 150 CV, mientras que el TD4 de 180 CV de nuestra prueba arranca en 60.000 €, pero puede llegar a 66.100 en función del equipamiento seleccionado.
 
Algunos precios del Range Rover Evoque Convertible:
2.0 TD4 150CV 4x4 Auto Dynamic: 52.450 €
2.0 TD4 180CV 4x4 Auto SE Dynamic: 60.000 €
2.0 Si4 240CV 4x4 Auto SE Dynamic: 63.550 €
2.0 SD4 240CV 4x4 Auto HSE Dynamic: 74.250 €
 
J. Miguel Quintanawww.vidapremium.com
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