El Avensis Touring Sports 150D es un familiar discreto y muy recomendable, con todo lo que se puede pedir a un vehículo actual. Se renovó en 2015 con un nuevo nombre (antes se denominaba 'Cross Sport') dándole un aspecto más moderno. También se hizo 4 centímetros más largo, para alcanzar los 4,82 metros de longitud, por lo que el enorme maletero ha crecido hasta los 543 litros (antes cubicaba 509).
Ese aspecto más moderno lo consigue gracias a la estilizada parrilla y las dos ópticas principales, que pueden ser de tecnología tipo LED con función adaptativa como las de nuestro modelo de pruebas. La zaga también se ha renovado, con pilotos y cromados de mayor empaque.
El serio ambiente interior desprende calidad de fabricación, con una instrumentación de diseño sencillo que aporta numerosa información, ordenador de a bordo con pantalla digital y un sistema de infoentretenimiento con navegador en las versiones más equipadas.
En cuanto al motor, el denominado 150D correspondiente a la unidad que hemos probado anuncia 143 CV de potencia. Se trata de un bloque de cuatro cilindros, con 2,0 litros de capacidad, inyección directa mediante conducto común y sistema de parada y arranque automático del motor 'Stop&Start', asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Genera un par motor de 320 Nm entre 1.750 y 2.250 Nm.
Fijándonos en la sonoridad, diremos que es un propulsor medianamente silencioso, aunque vibra algo más de lo deseado, comparándolo con otros motores de la competencia. Alcanza una velocidad máxima de 200 km/h y emplea 9,8 segundos en acelerar de 0 a 100, una cifra relativamente modesta que nos hace tomarnos los adelantamientos con una razonable antelación, sobre todo si circulamos con carga. Homologa un consumo de solo 4,6 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto, aunque en la realidad, circulando a un ritmo rápido pero dentro de los máximos legales, es difícil bajar de 6,6 litros.
Aunque la insonorización interior no es perfecta, se compensa por sus buenas características dinámicas. La comodidad que ofrece a los ocupantes es su principal baza, con un una suspensión que les trata con mimo para que no se fatiguen en los trayectos largos. La dirección asistida, con 2,7 vueltas de volante, es suficientemente directa para ofrecer buena información al conductor de lo que ocurre bajo las ruedas. Un conductor que disfrutará del fuerte empuje que ofrece la mecánica desde pocas vueltas y de su gran elasticidad, que le permite no tener que recurrir al cambio de marchas con frecuencia.
En curvas de amplio radio muestra un aplomo admirable, lo que se traduce en confianza tanto para conductor como para los pasajeros. Además, añade una buena colección de ayudas electrónicas de serie, como el “Toyota Safety Sense”, que incluye los asistentes de frenada de emergencia “PCS”, de luz de carretera “AHB”, los sistemas de alerta por cambio involuntario de carril “LDW” y de reconocimiento de las señales de tráfico.
Tres son los diferentes niveles de acabado: “Business”, “Advance” y “Executive”, siendo este último (33.250 €) el más costoso, que incorpora de serie, entre otros, el sistema multimedia “Toyota Touch2” con pantalla táctil multifunción de 7 pulgadas, cámara trasera de asistencia al aparcamiento, sistema de navegación avanzada con reconocimiento de voz, Bluetooth, toma USB compatible con iPod, acceso a Apps y 3 años de actualización de mapas de navegación…
Otras motorizaciones son: en turbodiésel el Avensis Touring Sports 115D, de 111 CV (desde 23.700 €). En gasolina, Avensis Touring Sports 140, de 147 CV (desde 23.400 €).
Generalmente, una pareja con hijos necesita un vehículo amplio y cómodo, con una generosa capacidad de carga. Si esa pareja también busca buenas prestaciones, comportamiento rutero intachable y un consumo más razonable que el de un “todocamino”, debería mirar una berlina familiar como la que analizamos hoy.
J. Miguel Quintana - www.vidapremium.com