Impresionante por su tamaño, pues mide 4,82 metros de largo, por 1,93 de ancho y 1,80 de alto, el Mercedes GLE tiene un aspecto majestuoso, como indicando que es capaz de afrontar cualquier terreno, por abrupto que sea, asegurando un enorme grado de confort a los ocupantes y, todo eso, con un enorme maletero de 690 litros de capacidad. Eso sí, preparen la cartera pues cuesta 69.100 €.
 
En el habitáculo, el diseño de la instrumentación, volante y botones es atractivo y elegante, con un cuadro que combina la elegancia de los relojes analógicos con una vistosa tecnología digital. Además, incluye un ordenador de a bordo que informa de multitud de parámetros e indica el estado de los diferentes sistemas de ayuda a la conducción de que está provisto.
 
La gran pantalla central del salpicadero, donde aparecen la información del sistema de infoentretenimiento, navegador, equipo de sonido y parámetros del vehículo, se convierte en una pantalla de visión periférica de 360º y de visión trasera para el aparcamiento, todo ello de serie. Conductor y ocupantes disfrutan de abundante espacio, con unos asientos de cuero calefactados, cómodos y envolventes.   
 
Si el aspecto exterior es elegante y poderoso, en el terreno mecánico, la marca de la estrella no ha arriesgado y apuesta por el bloque turbodiésel V6, con 3,0 litros de cilindrada. Desarrolla una potencia de 258 CV a 3.600 rpm y un excepcional par motor de 620 Nm como máximo, desde solo 1.200 a 2.400 vueltas.
 
La principal novedad mecánica está representada por la nueva transmisión automática con convertidor de par “9G-TRONIC”, con nueve velocidades, que incluye, de serie, unas levas tras el volante para quien desee realizar un tipo de conducción más dinámica. Desde aquí, les decimos que, salvo por curiosidad para probar su funcionamiento, no ha sido necesario usarlas a lo largo de nuestra prueba, dada la gran eficacia con la que trabaja el cambio automático, seleccionando siempre la marcha más adecuada a las necesidades de la ruta o camino por el que estemos transitando. Además, está provisto del conocido y probado sistema “4MATIC” de tracción integral.
 
En la consola hay un mando, denominado “DYNAMIC SELECT” con cuatro programas de conducción predeterminados “Comfort”, “Sport”, “Individual”, “OffRoad” y “Slipery”. Estos modos afectan a la manera en que el motor entrega la potencia, la rapidez en los saltos de marcha de la caja de cambios, la distribución del par entre los ejes delantero y trasero y el funcionamiento del control de tracción.
 
Opcionalmente, adquiriendo el paquete “Off-Road”, hay un sexto modo denominado “OffRoad+” que añade un botón para conectar la reductora  y otro para bloquear el diferencial central, junto con una protección inferior de las partes mecánicas. Además, en combinación con la suspensión opcional neumática “AirMatic”, la altura libre al suelo y la capacidad de vadeo aumentan considerablemente.
 
Las prestaciones hay que valorarlas bajo el prisma de las más de dos toneladas que pesa, así los 225 km/h de velocidad punta, o los 7,1 segundos que emplea en pasar de 0 a 100 km/h parecen unos registros razonables, sobre todo si valoramos la innegable sensación de empuje que genera el enorme par disponible desde un régimen apenas superior al ralentí.
 
Homologa un consumo en recorrido mixto de solo 6,6 litros cada cien kilómetros, una cifra muy optimista que queda lejos del real, medido por nosotros en la prueba, de 9,3 l/100 km. Menos mal que el depósito de combustible aloja nada menos que 93 litros, lo que permite prolongar los intervalos entre visitas a los surtidores.
 
En marcha, el GLE trata con mimo a los ocupantes, como demuestra la cuidada insonorización del habitáculo. En este sentido, el tren de rodaje “AGILITY CONTROL” se adapta perfectamente a las condiciones del terreno, conteniendo los molestos balanceos de la voluminosa carrocería.
 
Entre el equipamiento incluido de serie, también podemos contar con los faros de LED “ILS” con visión nocturna mejorada y función automática de cambio de iluminación entre cortas y largas. Además, cuenta con un sistema de alerta por cambio involuntario de carril  y aviso de la presencia de objetos en el ángulo muerto, así como el sistema de parada del vehículo en caso de riesgo de colisión.
 
El sistema de aparcamiento asistido, la regulación eléctrica de los asientos delanteros, apertura y cierre eléctricos del portón trasero, bola de remolque retráctil y llantas de aleación de 20 pulgadas completan la dotación y no incrementan el precio final, que es de 69.100 €, una elevada cifra que se ve compensada por el abundante equipamiento que monta de serie.  
 
J.Miguel Quintana – www.vidapremium.com
 
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