Los nuevos motores de doble turbo del deportivo alemán son tan avanzados tecnológicamente que superan las sensaciones y placer de conducir de los atmosféricos de la generación anterior. Si a esto le añadimos el gran equipamiento que les acompaña, podemos decir que los 911 Carrera y Carrera S son imbatibles.
Antes de probarlos, teníamos nuestras dudas. Después de cuatrocientos kilómetros recorridos por carreteas portuguesas al volante de las versiones Coupé y Cabrio del 911 Carrera S, las suspicacias se han disipado completamente: Los nuevos motores biturbo son más potentes que los atmosféricos, alcanzan las 7.500 vueltas con la misma facilidad mientras que son capaces de proporcionar su enorme par motor desde 1.700 rpm, cuando el atmosférico lo hacía a 5.750.
La mecánica es el foco de atención del nuevo 911 Carrera. Hablamos de los dos propulsores que equipan al Carrera y Carrera S. En ambos casos están basados en un bloque de gasolina con 3,0 litros de cilindrada, seis cilindros bóxer y dos turbocompresores.
Una de las novedades técnicas que atesoran es que los inyectores están situados en el centro de la cámara de combustión, para mejorar la pulverización de la mezcla. En resumen, el Carrera pasa a desarrollar 370 CV a 6.500 rpm y el Carrera S, 420 CV al mismo régimen. Asimismo, el par motor también crece, concretamente, 60 Nm en ambas mecánicas, para alcanzar 450 y 500 Nm, respectivamente. Y todo, rematado con un nuevo umbral de revoluciones del motor, que escala hasta las 7.500 vuetas.
Este poderío mecánico se traduce en una mejor eficiencia. El 911 Carrera, con la transmisión automática de doble embrague “PDK”, se conforma con 7,4 litros cada 100 kilómetros, 0,8 litros menos que la generación anterior. En el caso del Carrera S, con idéntico cambio, el consumo baja hasta los 7,7 litros, justo 1,0 litro menos.
Lógicamente, las prestaciones son superiores. El 911 Carrera, con cambio automático y paquete “Sport Chrono”, acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y la velocidad máxima llega a 295 km/h. En el caso del Carrera S, este dato alcanza los 308.
Además del motor, otra de las novedades es la nueva suspensión adaptativa “PASM”, que ahora es de serie y rebaja la altura del vehículo 10 milímetros. También estrena amortiguadores, que consiguen la cuadratura del círculo al mejorar la comodidad en el uso diario y la precisión en la conducción deportiva.
Las llantas de aleación son de nuevo diseño y, en el caso de las traseras, aumentan la garganta hasta las 11,5 pulgadas. Además, todos los Carrera S pueden incluir, opcionalmente, un eje trasero direccional como el que estaba disponible solo para los 911 Turbo y 911 GT3.
Para mejorar el uso ciudadano, ofrece, también opcionalmente, un sistema hidráulico en el eje delantero para permite elevar el morro 40 milímetros para evitar el roce con rampas de garaje o badenes.
La conectividad forma parte de la dotación de fábrica. El más llamativo es el sistema de navegación PCM, con pantalla táctil de 7,0 pulgadas y control por voz, reconocimiento de gestos y toma de datos mediante escritura, además del “Apple Car Play”, que replica las aplicaciones del iPhone en la pantalla.
Pero si algo estábamos esperando es su comportamiento real. Disfrutamos del paquete Sport Chrono, que adopta un selector giratorio idéntico al empleado por el 918 Spyder. Gracias a este mando, seleccionamos cualquiera de los cuatro modos de de conducción predeterminados: Normal, Sport, Sport Plus e Individual, además de un quinto, Sport Response Button, que sirve para conseguir la máxima aceleración durante un periodo de 20 segundos.
El mando resulta muy accesible, pues está situado en uno de los brazos del volante, y modifica el funcionamiento de la suspensión, los soportes dinámicos del motor, la gestión del cambio PDK y el sonido del escape.
Probamos cada uno de los modos de conducción. Fuimos capaces de encontrar las diferencias del comportamiento en cada uno de ellos. Se nos dibujó una amplia sonrisa en la cara al sentir el empuje extra proporcionado por el “Sport Response Button” y, cuando llegó el temido momento de devolver el coche a los responsables de la marca para que lo probara otro periodista, nos costó mucho separarnos de él.
Rodar rápido con este coche es algo natural, que no requiere dotes especiales de conducción. Su comportamiento es tan noble y equilibrado que, si no fuera por los temibles radares, nuestra madre podría conducirlo a velocidades inconfesables.
El 911 Carrera es capaz de responder a las necesidades de un conductor con aspiraciones deportivas, exhibiendo lo último en tecnología del automóvil, mientras que permite usarlo como un coche de diario.
Ya está en el mercado desde 107.653 €, que es lo que cuesta el 911 Carrera de 370 CV, con cambio manual. Si hacemos caso a lo manifestado por la marca alemana, el 99,9 por ciento de los clientes prefieren el cambio automático PDK, en cuyo caso tendrán que desembolsar 111.510 €. A finales de enero de 2016 llegarán al mercado las versiones Carrera 4 y Carrera 4 S, con tracción total, que supondrán un incremento de 8.000 € sobre las de propulsión trasera.
Precios:
911 Carrera 370 CV: 107.653 €
911 Carrera S 420 CV: 123.212 €
911 Carrera Cabriolet: 122.036 €
911 Carrera S Cabriolet: 142.857 €
911 Carrera 370 CV PDK: 111.510 €
911 Carrera S 420 CV PDK: 127.069 €
911 Carrera Cabriolet 370 CV PDK: 125.893 €
911 Carrera S Cabriolet 420 CV PDK: 141.452 €
Miguel Quintana – www.vidapremium.com