Es el arquetipo de coche deportivo para conducir a diario y un icono del diseño, inconfundible tanto por su aspecto como por su corazón Porsche: el 911. Hoy, de la fábrica de Zuffenhausen, sale de la línea de producción la unidad un millón, un Carrera S con el color especial “Irish Green”, que lleva numerosos elementos exclusivos siguiendo el patrón original del 911 de 1963. Este deportivo de dos puertas continúa siendo el modelo más importante de la gama desde el punto de vista estratégico, y tiene una enorme contribución a la hora de mantener a Porsche como uno de los fabricantes de automóviles más rentables del mundo.
Wolfgang Porsche, Presidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG, ha formado parte del desarrollo del 911 desde el primer día: “Hace 54 años tuve la oportunidad de realizar mis primeros viajes por la carretera alpina de Grossglockner con mi padre. El sentimiento de ir en un 911 es ahora igual de placentero que entonces. La razón es que el 911 ha garantizado que los valores esenciales de nuestra marca sean hoy tan visionarios como lo fueron con el primer Porsche 356/1 de 1948”.
El Porsche 911 estableció una nueva categoría y permanece en lo más alto del segmento de vehículos deportivos premium. Sólo en 2016 se entregaron 32.365 unidades de este modelo en todo el mundo. Manteniendo su exclusividad durante décadas, hoy es un codiciado objeto de colección. La calidad del 911 es legendaria. Más del 70% de todos los 911 construidos desde sus inicios siguen todavía hoy en funcionamiento. Además, se le puede encontrar continuamente en lo más alto de los rankings de calidad como el que realiza el instituto de investigaciones de mercado norteamericano J.D. Power, el “Initial Quality Study” (“Estudio de Calidad Inicial”).
Su mito también se ha cultivado a través de los innumerables éxitos en competición. Diseñado tanto para la carretera como para los circuitos, ningún otro deportivo ha cosechado tal cantidad de éxitos. Más de la mitad de las 30.000 victorias de Porsche en competición se deben a este modelo icónico. Y emociona a los entusiastas del automovilismo en los numerosos campeonatos donde está presente en todo el mundo.
Porsche nunca se ha desviado del concepto original del 911. “Pero hemos continuado mejorando la tecnología del 911, refinando y perfeccionando este deportivo”, comenta Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG. “Es la razón por la cual sigue siendo un vehículo tecnológicamente innovador y vanguardista. También hemos sido capaces de ampliar con gran éxito la gama mediante diferentes versiones”.
Un factor significativo de este éxito es la planta de producción situada en la sede central de Zuffenhausen, donde se fabrican todos los 911. Hoy, todos los deportivos de dos puertas, es decir, los 911, 718 Boxster y 718 Cayman, más sus variantes, se hacen en una sola línea de ensamblaje gracias a un sofisticado sistema de producción. Los trabajadores son expertos hasta en 200 tareas diferentes y, con su pasión y conocimientos, aseguran que cada Porsche se entregue con la calidad típica de la marca. Uwe Hück, Presidente del Comité de Empresa de Porsche, manifiesta: “No me puedo imaginar la historia de éxito del 911 sin estos empleados únicos. Hoy tenemos el 911 un millón. Lo bueno de esto es que nuestros compañeros todavía los hacen con la misma devoción que el primer coche. La construcción del Mission E en la planta de Zuffenhausen se convierte en una nueva era para Porsche. Y está claro que si queremos que sea un éxito, necesitaremos a nuestros motivados y altamente cualificados trabajadores. Ellos garantizarán que el Mission E sea una experiencia emocional, igual que nuestro 911 lo ha sido y continuará siendo siempre”.
El 911 un millón se quedará en Porsche AG. Antes de pasar a enriquecer la colección del Museo Porsche, realizará una gira mundial y tomará parte en caravanas por carreteras de las Tierras Altas de Escocia y por los alrededores de Nürburgring, así como por Estados Unidos, China y otros lugares.