La cuarta generación del pionero en el segmento tiene un diseño más impactante, tecnología vanguardista y vocación ecológica.
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La cuarta generación del pionero en el segmento tiene un diseño más impactante, tecnología vanguardista y vocación ecológica.
No es novedad que hoy día las marcas generalistas pugnen por ofrecer vehículos de consumo ajustado y con eficaces sistemas de seguridad. En esto Renault cumple con el estreno de una gama Scénic, de la que el 70% de las emisiones CO2 está por debajo de los 120 gramos/km, incluida una versión híbrida (a partir de enero 2017) y una amplia oferta de dispositivos electrónicos de ayuda a la conducción. Pero la firma del rombo quiere ir más lejos y ha reservado para el nuevo monovolumen, contenidos innovadores y aspectos sorprendentes que hemos podido comprobar en esta presentación dinámica.
El nuevo Scénic y Grand Scénic –a la venta en noviembre desde 19.000€- crece en todas sus cotas y presenta un diseño vanguardista, con líneas y silueta en parte adelantadas en el Captur y en el Clio Sport Tourer 2016, como el diseño del frontal, las curvaturas en la parte baja de las puertas laterales y las ópticas traseras. El Scénic IV añade una altura libre al suelo de 17 centímetros, ruedas de 20 pulgadas de serie en todas las versiones como primicia mundial y montadas sobre llantas de aleación de diseño específico.
La longitud del nuevo Scénic es ahora de 4,41 metros (4 cm más que la anterior generación); la anchura de 1,87 metros (2 cm más); y la altura de 1,65 m (sólo sube 1,3 cm). La distancia entre ejes también crece, ahora es de 2.734 mm, 30 mm más que el modelo antecesor, y aunque parezca poco significativo le sirve para aumentar considerablemente la amplitud interior y la modularidad. El volumen del maletero alcanza los 572 litros, bastante por encima de la media del segmento. Los asientos se pueden tumbar con un solo movimiento desde el maletero o desde el sistema multimedia R-Link-2 a través de una tablet.
Amplitud y confort interior
El nuevo Grand Scénic, por su parte, añade 22 cm de longitud y crece en todo respecto al modelo que sustituye. Mide 4,63 metros de largo (+7,5 cm); 1,86 de ancho (+1,5 cm) y 1,65 de alto (+1,3 cm). La distancia entre ejes es ahora de 2.804 milímetros. El monovolumen más largo cuenta con una tercera fila de asientos para completar siete plazas, que si no se utiliza puede ir totalmente oculta en el maletero dejando una superficie de carga cien por cien plana. El volumen de carga con cinco plazas disponibles es de 596 litros y con siete de 233 litros.
La segunda fila de asientos del Grand Scénic tiene tres plazas individuales pero se abaten sólo en dos partes y se pueden desplazar longitudinalmente sobre carriles. A diferencia de la mayoría de sus competidores, el asiento central también es válido y cómodo para un adulto delgado. Otro de sus puntos fuertes del Scénic en sus dos longitudes es la cantidad de huecos para guardar objetos y sus posibilidades de organización, que en total suman 63 litros adicionales. Por longitud y perfil de usuarios el Scénic largo podrá ser rival directo de los también nuevos Citroën C4 Grand Picasso y Opel Zafira.
En cuanto a motores, en el lanzamiento habrá seis variantes, dos de gasolina y cuatro diesel de 95 a 160 CV, así como cuatro niveles de acabado: Life, Intense, Zen y One Edition. Las versiones de gasolina equipan los propulsores TCe de 115 CV y TCe de 130 CV; y los diésel son el dCi 95, dCi 110, dCi 130 y dCi 160. El primero de 95 CV sólo se ofrece con el Scénic corto. Las transmisiones son manuales de seis velocidades en las dos versiones de gasolina. El diésel dCi 110 puede incluir en opción el cambio automatizado de doble embrague EDC con siete marchas y el dCi 160 lo incluye de serie, pero con seis marchas.
Versión con tecnología híbrida asequible
A primeros de 2017 aparecerá la versión estrella de la gama, el Scénic con la tecnología ‘Hybrid Assist’, que estará disponible con el motor diésel dCi de 110 CV. Esta versión dispone de un motor eléctrico de 48 voltios que no impulsa a las ruedas, pero ayuda al motor diésel en la fase de aceleración a economizar combustible y emisiones en torno a un 8 o 10% respecto al motor dCi 110 estándar. Comparado con el motor equivalente, el consumo a homologar pasa de 3,9 a 3,5 litros cada 100 km y las emisiones de CO2 de 100 a 92 gramos/km.
En las frenadas, el motor eléctrico actúa como generador de corriente que recupera energía para la red del vehículo y para la batería específica. El sistema es sencillo, según Renault, porque es autónomo y no necesita mantenimiento. En la presentación adelantaron, sin dar a conocer los precios, que esta tecnología podrá estar al alcance de la mayoría, de lo que se desprende que su costo no será tan alto como el de gran parte de sus competidores.
Tecnología de gama alta
Los nuevos Scénic y Grand Scénic cuentan en sus equipamientos de serie o en opción de sistemas de seguridad y confort propios de segmentos superiores, así como el estreno de tres nuevos dispositivos de ayuda a la conducción. Podrá incluir regulador de velocidad adaptativo, que ajusta la velocidad automáticamente dentro de una distancia de seguimiento preseleccionada (funciona entre 50 y 160 km/h).
Podrá tener también alerta de cambio involuntario de carril mediante vibración en el volante (se activa a partir de 70 km/h); también proyección en color en el parabrisas de datos de conducción (Head-Up Display); parking manos libres, que mide el espacio disponible para aparcar, se hace cargo de la dirección y ejecuta la maniobra; el sistema Multi-Sense que permite acceder a cinco modos de conducción (neutro, sport, confort, personalizado y eco); el sistema R-Link 2 con su pantalla vertical de 8,7” que a partir de enero 2017 podrá contar con las aplicaciones ‘Apple CarPlay’ o ‘Android Auto’. Las versiones más equipadas podrán disponer del sistema de audio ‘Bose Surround’.
Entre los estrenos destacan tres dispositivos de ayuda a la conducción: Frenada activa de emergencia con detección de peatón (Active Emergency Braking System/AEBS) que actúa entre 7 y 60 km/h; alerta de mantenimiento de carril (Lane Keeping Assist/LKA); que si por descuido el conductor se sale de carril (entre 70 y 160 km/h) el vehículo vuelve a su trayectoria normal de modo automático; y por último, la alerta de detección de fatiga (Fatigue Detection Warning/FDW) que analiza la trayectoria del vehículo de forma continua (algoritmo de tecnología Bosch)y cuando detecta algo anormal avisa al conductor en pantalla y con una señal sonora.
Al volante del Scénic y Grand Scénic
El primer recorrido de unos 130 km lo hicimos a bordo de un ScénicTCe de 130 CV y cambio manual de seis velocidades. La primera impresión es una habitabilidad muy generosa, con más que suficiente espacio para las piernas y con una gran altura interior del techo. Los asientos delanteros son anchos y envolventes, como si fueran sillones. Todas las tallas, en especial las más altas, pueden encontrar su postura óptima frente al volante y disfrutar de la conducción.
Aunque los conductores de estatura entre 1,60 y 1,65 m, aún en la posición más alta del asiento, deberán memorizar los objetos, piedras o bordillos que se encuentran por delante unos 6-7 metros antes de llegar, porque después no se ven, ya que para estas tallas resulta algo difícil controlar el morro del vehículo, entre otras cosas porque el salpicadero tiene casi un metro hasta el parabrisas. No obstante, en maniobras a baja velocidad funciona toda clase de alarmas. Puede que sea uno de los modelos que más alertas pueden tener.
La visibilidad es buena en todos los sentidos, tanto por el amplio parabrisas que llega casi a la altura de la cabeza del conductor como por sus retrovisores grandes que evitan los puntos ciegos. Los pilares A son muy delgados y facilitan la visión en las curvas hacia la izquierda, similares a los del Citroën Picasso, que eran los únicos que los llevaban así. Volkswagen sostuvo siempre que eran inseguros, pero ahora Renault parece haber encontrado una pieza más delgada y resistente. Por otra parte dispone de mucha superficie acristalada. La unidad de este primer contacto cuenta, además, con un techo panorámico que aporta mucha luz al habitáculo, aunque desde el exterior es oscuro, casi negro.
El Scénic TCe 130 no parece muy gastador. El indicador del depósito apenas se ha movido en 140 km. Entre otras cosas porque la mayor parte del recorrido ha sido por carreteras limitadas a 90 km/h y por zonas urbanas de 50 km/h. Tiene buena respuesta en la zona alta del cuentavueltas. La aceleración inicial no es tan plena como se necesita para una entrada rápida a una rotonda con tráfico denso o para adelantar a un vehículo en una carretera de dos sentidos, pero resulta ideal para conducir relajado en una autovía con apenas ruidos y disfrutando de su buen sonido.
Otros parámetros del vehículo se pueden regular con el sistema Multi-Sense, igual del que es utilizado en el nuevo Mégane, que ajusta sobre todo la respuesta del motor y la dureza de la dirección, según el modo elegido. O la función ‘eco’ que ahorra gastos minimizando lo justo en la inyección de combustible o en el funcionamiento del climatizador, que fue algo difícil de aplicar en una tarde de 37º. La suspensión es cómoda y equilibrada, sólo algo seca cuando se pasa por los terroríficos badenes o relieves que hay en zonas residenciales de la costa occidental francesa que, aunque se atraviesen como es obligado a 20 km/h, el golpe es fuerte. Este último dato vale para las tres versiones probadas.
El segundo recorrido lo hicimos a bordo del Grand Scénic diésel dCi de 160 CV con cambio automático EDC, en un tramo de 170 km por toda clase de carreteras, incluida una autovía limitada a 130 km/h. Puede dar la sensación de conducir un vehículo grande, pero curiosamente el comportamiento es de un compacto. No hemos notado nada mejorable en respuesta, aceleración y comportamiento. Al contrario, como buen diésel empuja muy bien desde bajos regímenes, se muestra silencioso y con un tacto estupendo. O sea muy refinado.
En un recorrido urbano de unos 60 km que se hacía en 40 minutos probamos el dCi 110Hybrid, especialmente en tramos donde había que frenar a menudo. El que no ha conducido esta versión le costará creer acerca de todas sus posibilidades. En principio el dCi 110 estándar tiene sobradas prestaciones para la movilidad actual, pero con el apoyo del motor eléctrico mejora más aún, debido a que colabora en el esfuerzo energético en la fase de aceleración, además logra aumenta el par, muestra un funcionamiento más suave y encima gasta menos. El promedio de consumo en la mayoría de los que lo probamos en el recorrido mencionado ha rondado entre 5,1 y 5,3 litros cada 100 km. Cuesta creer un gasto tan ajustado con una altura libre de 170 mm y ruedas de 20 pulgadas, aunque no tan anchas.
Lo mejor y más novedoso del Scénic IV
– Ruedas de 20 pulgadas de serie en toda la gama.
– Diseño interior y exterior vanguardista.
– Dispositivos de seguridad y ayuda a la conducción como de segmentos superiores.
– Comportamiento dinámico de turismo.
– Buena habitabilidad y modularidad, con volumen de carga récord en maletero y en huecos portaobjetos.
– Un 70% de la gama con emisiones de CO2 por debajo de los 120 gramos/km.
– Versión con tecnología híbrida sobre motor diésel dCi 110 CV, anunciada como asequible para la mayoría de conductores.
Julio Benítez, Burdeos (Francia) – www.vidapremium.com
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