Pequeño por fuera y amplio por dentro, expresa su funcionalidad con cinco puertas y un equipamiento muy completo.
El nuevo miembro de la familia lleva el nombre del hijo menor del fundador de Opel y, al igual que el personaje real en 1898, que revolucionó el negocio familiar, llega para elevar las ventas de la marca hacia cotas nunca alcanzadas.
El Karl es un utilitario de cinco puertas de 3,68 metros de largo, es decir, algo más pequeño que el Corsa, con un habitáculo más amplio de lo que parece y está animado por un único motor 1.0 Ecotec de 75 CV.
En la vista lateral, resaltan sus dos líneas bien marcadas en la carrocería que ascienden hacia la parte trasera; en comparación, el frontal y de la zaga son más anodinas.
Sorprende la calidad y buen diseño del habitáculo y salpicadero para un coche de este precio, con un volante algo grande y de aro grueso, para un mejor agarre. Solo se puede regular en altura pero, como el asiento es totalmente ajustable, la postura de conducción es cómoda.
Lo mejor es el amplio espacio de que disfrutan, tanto las plazas delanteras como las traseras; en todas ellas la distancia hasta el techo es holgada, incluso para pasajeros de gran talla. El maletero cubica 215 litros, suficientes para dos maletas pequeñas del tipo avión, aunque los respaldos de los asientos posteriores pueden abatirse muy fácilmente y ampliar la capacidad para equipajes.
Opel ha puesto mucho interés en facilitar la conexión entre la pantalla táctil del salpicadero y un teléfono inteligente mediante la conectividad IntelliLink, compatible con los sistemas Apple y Android. Sólo hay que conectar el móvil mediante un cable USB y las funciones de este pasan a controlarse mediante la pantalla del Karl.
Solo se presenta con un equipamiento aunque bien dotado, con control de velocidad de crucero, ordenador de viaje, seis airbags, Bluetooth, asistente de arranque en pendiente y aire acondicionado. Opcionalmente, puede incorporar elementos poco vistos en modelos de este tamaño, como el aviso de cambio involuntario de carril, volante y asientos calefactados y otros.
Un único propulsor de gasolina 1.0 Ecotec atmosférico de tres cilindros y 75 CV ha sido desarrollado para este modelo, con el que presume de un consumo de 4,5 litros cada 100 kilómetros. Es cierto que el sonido de los motores tricilíndricos es más alto que los de cuatro aunque, en este caso, el 1.0 Ecotec se muestra silencioso y capaz de mover con soltura los 939 kilos que pesa el Karl en vacío, además de emitir un sonido deportivo cuando gira por encima de las cinco mil revoluciones.
Su caja de cambios, manual de cinco velocidades, casa perfectamente con el modelo, pues es agradable, cómoda y fácil de manejar en todo tipo de circunstancias. Mientras que la suave suspensión está diseñada para circular tranquilamente, la dirección asistida es quizás demasiado ligera, sobre todo al pulsar el botón “City”, pensado para facilitar las maniobras en ciudad.
Ya está en el mercado a un competitivo precio de 10.910 euros que, restando las ayudas del plan PIVE y la campaña de promoción, puede quedarse en 8.975 euros. Toda una tentación para quien esté buscando un modelo urbano, moderno, confortable y predecible en sus reacciones, con un buen equipamiento de serie, bajo coste de mantenimiento y decentes acabados.
Félix Ponce de León (Amsterdam) – www.vidapremium.com