Mazda6 2.2 175 CV Sedán

Mazda6 2.2 175 CV Sedán

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El motor diesel más potente entrega 175 CV en la berlina japonesa, que presume de un buen tacto al volante por 36.745 euros.

Renovado por completo la pasada primavera, el Mazda6 es un coche interesante al que el mercado no hace justicia por desconocimiento de lo que ofrece. Su estilizada silueta diseñada con el lenguaje de diseño KODO de Mazda es todo un acierto, tanto en la carrocería berlina como en el elegante Wagon, que aporta una dosis extra de practicidad con el enorme portón que da acceso al maletero.
Con la actualización realizada hace menos de un año, el Mazda6 luce un aspecto mucho más atractivo, empezando por la nueva parrilla que lleva el marco exterior cromado, los faros con tecnología LED y llantas de hasta 19”, además de un interior más refinado y cuidado que se acerca al nivel de las berlinas Premium alemanas.
Sus generosas dimensiones -4,80 metros de longitud, 1,84 de anchura, 1,48 metros de altura y una distancia entre ejes de 2,80 metros- configuran una berlina con una excelente habitabilidad interior que permite viajar cómodamente a cinco pasajeros y con un maletero algo justo frente a sus rivales, tan sólo 480 litros de capacidad y un acceso de carga que no es muy amplio en la versión de cuatro puertas que analizamos.
La gama del nuevo Mazda6 está disponible en dos tipos de carrocería –Sedán y Wagon-, con precios que parten desde los 27.925€ y cuatro motorizaciones, dos gasolina -2.0 de 145 CV y 2.5 de 192 CV que únicamente viene con el acabado más completo, el Luxury Premium, asociado a un cambio automático de seis velocidades- y dos diesel 2.2 con potencias de 150 y 175 CV y cajas de cambio manuales o automáticas de seis velocidades. Los niveles de acabado son cuatro: Style, Style+, Luxury y Luxury Premium.
En nuestra prueba hemos podido conducir el modelo más completo con motorización diesel, el 2.2 de 175 CV en acabado Luxury Premium, que tiene un precio de venta de 36.745 euros, una cifra que puede parecer elevada si la comparamos con un Ford Mondeo 2.0 TDCI de 180 CV en acabado Titanium (31.675€), pero que se justifica por el alto nivel de equipamiento que lleva el modelo japonés, y que resulta más competitivo que un Volkswagen Passat 2.0 TDI de 180 CV con cambio DSG, que sale por 38.170€ en acabado Sport. Si esta configuración resulta cara, también se puede elegir el 2.2 diesel de 150 CV, que en acabado Style+ sale por 31.925€, aunque con mucho menos equipamiento de confort y seguridad. Un rival interesante al que podríamos comparar es el nuevo Kia Optima, que con un motor 1.7 de 141 CV en el acabado más completo Emotion sale por 31.458€ con cambio manual.
El motor diesel 2.2 tiene en este caso una potencia de 175 CV (129 kW) a 4.500 rpm y un par máximo de 420 Nm a 2.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 223 km/h, prestaciones suficientes para realizar una conducción normal tirando a ‘deportiva’, viajar de forma cómoda a buen ritmo y sin que el consumo se vea penalizado, ya que logra una media de 4,5 litros a los 100 kilómetros, según el fabricante, con unas emisiones de CO2 de 119 g/km. En nuestra prueba, el consumo medio ha sido de 5,4 litros en trayectos combinados de carretera y algo de ciudad, durante cerca de 600 kilómetros.
Este propulsor diesel se beneficia de la tecnología SKYACTIV de Mazda que busca la máxima eficiencia con un ahorro de peso en los componentes y de rozamientos internos. En la marca japonesa no se han apuntado a la corriente de reducción de la cilindrada (downsizing) y apuestan por un motor de 2.2 litros que se muestra muy acertado para mover el coche en todo tipo de condiciones, incluso cuando va muy cargado, con un margen de respuesta agradable y sin ruidos desagradables procedentes de la mecánica, incluso cuando está frio. Viene asociado a un cambio manual de seis velocidades de funcionamiento bastante correcto, con un tacto ligeramente deportivo en el recorrido de las marchas.
La buena insonorización del interior permite viajar de forma cómoda sin que molesten los ruidos procedentes de la rodadura o de la mecánica, y sus afiladas líneas trazadas en el túnel del viento penetran bien en el aire, incluso a velocidades altas. Es necesario ir atento al velocímetro para no ‘pasarse’, porque no da la sensación de ir tan deprisa como realmente se va en algunos tramos rectos.
Es un coche muy ágil a pesar de sus 4,80 metros de longitud, que apoya muy bien en las curvas y que tiene una suspensión bien calibrada para no necesitar de un sistema de ajuste del chasis que pueden montar otros rivales más caros. En el eje delantero lleva un sistema McPherson combinado con multibrazo en el trasero, una elección que resulta muy efectiva y agradable para las carreteras europeas.
Los asientos delanteros están muy bien conseguidos y el conductor puede adoptar una posición al volante bastante baja si lo desea, con múltiples ajustes que permiten ir cómodo y con una buena visibilidad de lo que sucede en la carretera. La versión probada llevaba instalado el Pack Premium que incluye asientos de cuero con ajuste eléctrico (4 funciones para el conductor y 3 para el pasajero) y ajuste lumbar más memoria para el conductor solamente.
El interior está bastante más cuidado que en anteriores generaciones del Mazda6, con tres relojes analógicos tras el volante y una pantalla multifunción en el centro del salpicadero que se maneja mediante un botón giratorio que hay junto a la palanca del cambio, todo muy intuitivo y fácil de usar. No es un diseño espectacular, pero todo encaja bien y está en su sitio, con sensación de calidad.
Un aspecto que hay que destacar de este coche es la gran dotación de seguridad que aporta a un precio bastante razonable. En la unidad probada vienen de serie seis airbag, luces delanteras que alumbran el interior de los giros, control de estabilidad DSC, testigo de presión de neumáticos, sistema de asistencia de frenada en ciudad (Smart City Brake), control de ángulo muerto (BSM), alerta de cambio involuntario de carril (LDW) y sistema de control de luces de largo alcance (HBC) que conectan las luces largas cuando no viene un coche de frente. A todo esto hay que sumar los elementos que añade el Pack Luxury de serie, como el sistema de aviso y prevención de cambio de carril (LKA), el sistema de asistencia a la frenada trasera (R-SCBS) y el detector de fatiga (DAA).
La nota final es un notable alto y nos parece una de las mejores compras que se puede realizar en un vehículo de este tamaño y con esta motorización.

José A. Pradoswww.vidapremium.com 

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