Uno de los monumentos más relevantes de la ciudad de Toledo vuelve a abrir sus puertas, invitando a los visitantes a descubrir un auténtico tesoro escondido del siglo XI y sumergirse en la fascinante historia y arquitectura árabe.
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Uno de los monumentos más relevantes de la ciudad de Toledo vuelve a abrir sus puertas, invitando a los visitantes a descubrir un auténtico tesoro escondido del siglo XI y sumergirse en la fascinante historia y arquitectura árabe.
Después de trece años de clausura y seis años de cuidadosa restauración, la Mezquita de las Tornerías vuelve a brillar como un referente del legado musulmán en Toledo. Situada en pleno Casco Histórico, esta joya arquitectónica del siglo XI ofrece a los visitantes un viaje al pasado a través de su imponente estructura y su fascinante historia.
Construida durante la segunda mitad del siglo XI, esta mezquita representa uno de los ejemplos más notables de la arquitectura andalusí en la península. Conocida también como la Casa de las Tornerías, su historia se entrelaza con la compleja evolución cultural y religiosa de la ciudad. Toledo fue conquistada por los musulmanes en el año 711 por Táriq ibn Ziyad, y pasó nuevamente al dominio cristiano en 1085, bajo el reinado de Alfonso VI de León y Castilla. En su interior, cada piedra cuenta una parte de esta transformación histórica.
Declarada Bien de Interés Cultural, la mezquita se alza sobre el antiguo Arrabal de Francos, un barrio que acogió a los seguidores del rey Alfonso VI tras la reconquista. Se tiene constancia documental del edificio desde el año 1190, aunque continuó siendo utilizada como lugar de culto islámico hasta su desacralización en 1498 bajo los Reyes Católicos, lo que marcó su última mención como templo musulmán.
Su diseño arquitectónico se inspira en la emblemática mezquita Bab al-Mardum, también conocida como la iglesia del Cristo de la Luz, construida en el año 999. La Mezquita de las Tornerías presenta una estructura casi cuadrada, construida en dos plantas debido a un desnivel natural del terreno. La planta baja conserva arcos de medio punto de granito, mientras que la superior, donde se ubicaba el espacio de oración, alberga los restos del mihrab y la qibla.
El interior se divide en nueve compartimentos cuadrados, organizados a través de cuatro columnas que sostienen tres naves longitudinales y tres transversales. La cubierta se realiza mediante bóvedas de ladrillo, destacando especialmente la cúpula central, formada por dobles arcos cruzados que no llegan a tocarse, sostenidos por arcos de herradura sobre columnas bajas. Uno de los detalles más singulares es la orientación del mihrab, que se desvía 12 grados hacia el sureste, una particularidad arquitectónica rara en las mezquitas hispanomusulmanas.
Hoy, esta joya del pasado no solo es un espacio para la contemplación histórica y estética, sino también un punto de dinamismo cultural. La reapertura de la Mezquita de las Tornerías coincide con su nueva función como Centro Regional de Promoción de Artesanía y sede de la Oficina de Turismo regional, integrando el arte y la historia en la vida moderna de Toledo.
Visitarla es sumergirse en la esencia multicultural de una ciudad que ha sido testigo de civilizaciones, conquistas y reconciliaciones. Un destino imprescindible para los amantes del arte, la historia y la arquitectura.
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