El Venga es un coche europeo, pues está diseñado y motorizado en Alemania y fabricado en Eslovaquia. Lleva cinco años en el mercado y
ahora ha sido ligeramente modificado con una parrilla delantera un poco más grande y una toma de aire inferior, que incorpora luces antiniebla y diurnas de tipo LED. Por detrás, el paragolpes es nuevo, además de los pilotos traseros, también de tipo LED y una tira cromada. Las llantas de aleación son de nuevo diseño.
Es un poco más largo que un Ibiza, pues mide 4,075 metros, frente a los 4,061 del modelo de Seat, pero es más pequeño que un modelo compacto como el VW Golf, que mide 4,255 metros. Por tanto, podemos decir que es un coche pequeño, aunque elevado como un monovolumen y con una capacidad y altura interior sorprendentemente grande: admite cómodamente cinco plazas, tiene una enorme guantera, muchos huecos repartidos por el habitáculo y un gran maletero, de 440 litros, que es el mejor de su categoría, con una bandeja que divide el espacio de carga y oculta, por debajo, una rueda de repuesto de emergencia.
Ya que hablamos del habitáculo, decir que los asientos traseros se pueden avanzar 13 centímetros para ganar espacio detrás, además de plegarse asimétricamente dejando una superficie plana. Lógicamente, los materiales de los asientos y revestimientos no son de lo mejorcito, pero no están mal para un coche de su precio, e incluso tiene buenos detalles como radio CD-MP3 y conexión USB+Aux, tomas de corriente de 12 voltios en la consola y en el maletero iluminado, una práctica red para evitar que los objetos se muevan y cantidad de sitios donde almacenar cosas, incluyendo botelleros en las cuatro puertas.
La posición al volante es confortable y, gracias a que los asientos están elevados y a su amplia superficie acristalada, ofrece muy buena visibilidad al conductor y acompañantes. El salpicadero y paneles laterales están fabricados en plástico duro, aunque están bien diseñados y tienen buenos ajustes, lo mismo que los botones y mandos, con la excepción del ordenador de a bordo que, al estar integrado sobre el salpicadero, hay que fijarse mucho para verlo. No tiene indicador de temperatura del agua. Añade ahora unas nuevas molduras metálicas más oscuras, con inserciones brillantes y una nueva consola central con pantalla de 7 pulgadas. Opcionalmente, puede equipar un volante calefactado.
Está disponible con dos motores de gasolina, de 90 CV y 124 CV, o tres turbodiésel de 90, 115 y 128 CV. Todos montan una caja de cambios manual de seis marchas, excepto el de gasolina de 90 CV, que lleva una de cinco.
Hemos probado la versión más potente, equipada con el propulsor turbodiésel 1.6 CRDi de 128 CV Eco-Dynamics, con un par máximo de 260 Nm; curiosamente, la misma cifra que ofrece el 1.6 CRDi de 115 CV, con el que también comparte el consumo homologado, de 4,4 l/100 km. El consumo real de nuestra prueba, por todo tipo de carreteras fue de 5,9 litros cada 100 kilómetros.
En marcha, el motor se hace notar con un sonido algo áspero que se irá dulcificando poco a poco, a medida que aumentamos la velocidad. Se conduce con facilidad por la ciudad, gracias a una dirección ligera y suficientemente directa, con 2,8 vueltas de volante entre topes.
Las marchas entran con suavidad y sin esfuerzo, con una sexta de largo desarrollo que permite circular a velocidad legal con muy poco esfuerzo del motor que, con sus 128 CV, supera fácilmente cualquier repecho sin necesidad de cambiar a una marcha inferior.
La suspensión es suave y, sin embargo, no balancea en exceso en las curvas, por lo que su conducción se hace agradable y da confianza en carretera.
En condiciones de carga, las conclusiones no son tan buenas: Con cuatro adultos y poco equipaje, la suspensión trasera llega al tope con mucha facilidad en los resaltes que abundan a la entrada de las urbanizaciones, lo que obliga a reducir mucho la velocidad de paso para no hacer sufrir a los pasajeros.
Está equipado con un conjunto de elementos para reducir el consumo, que Kia denomina “EcoDynamics”, que incluyen, además de las mejoras aerodinámicas, el sistema Stop/Start de parada y arranque automático del motor en las detenciones. También incorpora un sistema de ayuda a las arrancadas en pendiente, que mantiene parado el coche, mientras engranamos la 1ª velocidad, sin que se desplace hacia atrás.
La unidad probada montaba el completo acabado “X-Tech”, que incluye de serie elementos como la radio con toma USB, Bluetooth, mandos en el volante, asientos regulables en altura, faros antiniebla, aire acondicionado, programador de velocidad, reposabrazos delanteros, lunas oscurecidas, faros automáticos, ordenador de viaje, “Navegador 2.0” con cámara de visión trasera, llantas de aleación de 16 pulgadas…
El precio final es de 17.941 €, muy ajustado, aunque si les parece mucho, no se asusten, porque la marca coreana ofrece buenos descuentos y siete años de garantía. Si prefieren otras motorizaciones, pueden tener un Venga desde 13.420 €. Un pequeño monovolumen moderno, bien construido y de bajo consumo.
Miguel Quintana – www.vidapremium.com