Homenaje a Vargas Llosa en el Parador de Mérida

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Este verano ofrece a sus clientes el exclusivo ‘Menú Odiseo’, una propuesta gastronómica que recrea los sabores de la antigua Roma para celebrar el debut escénico del escritor y Nobel de Literatura en el Festival Internacional de Teatro Clásico.

El Parador de Turismo de Mérida vuelve a unir historia, teatro y gastronomía con una propuesta única para los visitantes del LXXI Festival Internacional de Teatro Clásico, que se celebra entre el 27 de junio y el 31 de agosto. Este año, el protagonismo recae en el escritor y Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, en homenaje a su debut actoral en 2006 en el histórico Teatro Romano de Mérida con la obra Odiseo y Penélope, basada en la epopeya de Homero y escrita por él mismo.

Bautizado como ‘Menú Odiseo’, este recorrido culinario rinde tributo a aquella primera aparición escénica del autor peruano, que compartió tablas con Aitana Sánchez-Gijón bajo la dirección de Joan Ollé. Vargas Llosa sorprendió entonces con su interpretación de Ulises en una versión moderna y personal de la gran obra de la literatura clásica: La Odisea. Según confesó el propio escritor en su estreno, para él fue «un sueño hecho realidad» convertirse en personaje de una historia, llevando la literatura al espacio físico y fugaz del teatro.

El Parador ha creado un menú que rememora los antiguos convivium romanos, banquetes refinados de la época imperial, trasladando ese legado a la cocina actual con productos locales y presentación contemporánea. Los platos, basados en recetas del gastrónomo del siglo I Marcus Gavio Apicius, proponen una fusión entre el mundo clásico y el presente, en sintonía con la historia de Augusta Emérita, origen romano de la actual Mérida.

La experiencia comienza con la gustatio (entrantes): ensalada de perdiz en escabeche, alcachofas con cítricos, miel y aceite de oliva virgen extra y un pastel de espárragos. Para la prima mensa (platos principales), el menú ofrece dos opciones: lubina con col y garum de Escombreras -la famosa salsa de pescado fermentada de la antigüedad- o cordero asado con especias, crema de apionabo y calabaza salteada. Como secunda mensa (postres), el comensal puede disfrutar de leche frita y una macedonia de frutas que incluye higos, melón, sandía, uvas, ciruelas pasas y dátiles.

No faltan los guiños enológicos con los vinos especiados conditum y mulsum, típicos de la época romana, así como agua procedente del balneario de Alange y una tisana de hierbas mágicas de Sibila, completando la evocación sensorial de la Roma clásica.

Este singular menú forma parte del paquete especial de media pensión que el Parador ofrece a quienes reserven alojamiento durante las fechas del festival. De este modo, el establecimiento logra una vez más integrar la experiencia cultural, histórica y gastronómica, enriqueciendo la estancia de los viajeros que acuden a Mérida para disfrutar de su teatro milenario.

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