El 919 Hybrid logra la victoria 45 años después del primer triunfo de la firma alemana en el exigente trazado francés en la categoría absoluta.
Misión cumplida: Porsche ha logrado su 17ª victoria absoluta en Le Mans en esta edición número 83 de la famosa carrera de 24 horas, con un doblete perfecto. Los pilotos Earl Bamber (Nueva Zelanda), Nico Hülkenberg (Alemania) y Nick Tandy (Gran Bretaña) ganaron el codiciado trofeo con el innovador Porsche 919 Hybrid, exactamente 45 años después de que la marca consiguiera su primer triunfo en la general aquí, en el circuito de La Sarthe. Timo Bernhard (Alemania),
Brendon Hartley (Nueva Zelanda) y Mark Webber (Australia), con un coche idéntico, pusieron la guinda al pastel con su segunda plaza. Romain Dumas (Francia), Neel Jani (Suiza) y Marc Lieb (Alemania) llevaron el tercer Porsche 919 Hybrid a la quinta posición.
Ninguna otra marca ha vencido en tantas ocasiones en la prueba de resistencia más dura del mundo, ni está tan estrechamente vinculada al mito de Le Mans. La última victoria también fue un doblete, en 1998, cuando Allan McNish (Gran Bretaña), Laurent Aiello (Francia) y Stéphane Ortelli (Mónaco) terminaron primeros con su Porsche GT1.
Matthias Müller, Consejero Delegado de Porsche AG manifestaba: “Este doblete en Le Mans 2015 es un resultado tan fabuloso que no podíamos haberlo soñado. Todo el equipo ha hecho un gran trabajo durante los últimos tres o cuatro años y se merecen este éxito”.
Wolfgang Hatz, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo, comentaba: “Un doblete en nuestro segundo año es una recompensa increíble para el coraje de los ingenieros responsables de este concepto del 919 Hybrid, así como para los 230 componentes de este comprometido equipo”.
Porsche regresó el pasado año al nivel más alto de las carreras de resistencia, atraído por la nueva reglamentación basada en la eficiencia. El coche más innovador de toda la parrilla se ha desarrollado en el Centro de Investigación y Desarrollo de la marca, en Weissach. Siguiendo la tendencia, el Porsche 919 Hybrid tiene un motor turbo de pequeñas dimensiones y dos sistemas de recuperación de energía que, en conjunto, se convierten en un grupo propulsor con alrededor de 1.000 caballos de potencia. Funciona como un laboratorio de competición, para lograr la máxima eficiencia en los futuros deportivos de carretera.
En la 83ª edición de las 24 Horas de Le Mans todos los sistemas de este complejísimo vehículo de carreras han sido probados al límite. Debido a la fuerte competencia, especialmente entre los Porsche 919 Hybrid y los prototipos de Audi, la carrera discurrió en modo de calificación, es decir al máximo ritmo, desde el primer minuto hasta el último. En calificación los tres Porsche no sólo bloquearon las tres primeras posiciones de la parrilla de salida, sino que establecieron un nuevo récord en el trazado de 13,629 kilómetros. La culminación del trabajo perfecto vino por parte del equipo que estaba en los boxes, capaz de gestionar un total de 90 pit stops y ser significativamente más rápidos que los competidores.