Chopard Mille Miglia Classic Tribute Stirling Moss

En edición limitada de 70 piezas, este reloj celebra la gesta del piloto británico, que en 1955 estableció un récord al cruzar la meta en 10 horas, 7 minutos y 48 segundos, un tiempo que ningún equipo ha logrado superar tras siete décadas de competición.

La casa relojera suiza Chopard celebra uno de los capítulos más memorables de la historia del automovilismo con una creación única: el Mille Miglia Classic Chronograph Tribute to Sir Stirling Moss, una edición limitada de tan sólo 70 piezas, número simbólico que recuerda el 70 aniversario de la mítica victoria de Sir Stirling Moss y Denis Jenkinson en la Mille Miglia de 1955.

El 1 de mayo de aquel año, Stirling Moss y su copiloto cruzaron la línea de meta tras recorrer las mil millas italianas en 10 horas, 7 minutos y 48 segundos, alcanzando una velocidad media de 157,65 km/h, un récord que ningún equipo ha logrado superar hasta hoy. Aquella hazaña convirtió a Moss en leyenda y permanece grabada en la memoria del deporte del motor.

Chopard rinde tributo a este momento con un reloj fabricado en Lucent Steel, el acero exclusivo de la firma, con un contenido reciclado del 80%, que combina brillo excepcional y resistencia superior. Su caja de 40,5 milímetros, asas soldadas -inspiradas en los coches de carreras clásicos- y cristal de zafiro tipo glass box evocan la esencia de los bólidos de época, como el Mercedes-Benz 300 SLR con el que Moss firmó su proeza.

La esfera, en tono plateado opalino, recuerda el acabado mate del legendario Silver Arrow, mientras que las agujas de bastón e índices con Super-LumiNova Grado X1 garantizan visibilidad incluso en condiciones extremas, como los tramos nocturnos de rally. La correa de cuero de becerro marrón perforado completa el guiño automovilístico, ofreciendo comodidad y estilo clásico.

El reloj alberga un movimiento cronógrafo automático certificado COSC, con reserva de marcha de 54 horas, y presenta una escala taquimétrica para reforzar su carácter deportivo. El fondo de la caja, de cristal de zafiro, exhibe un grabado conmemorativo: la inscripción de la edición limitada, la fecha de la carrera y el tiempo récord logrado, junto a una bandera a cuadros entrelazada con la Union Jack, símbolo de los orígenes británicos de Moss.

La victoria de 1955 no fue fruto del azar: Moss y Jenkinson prepararon meticulosamente la ruta en un roadster Mercedes de ocho cilindros y 300 CV, con carrocería de magnesio que pesaba sólo 901 kg. El copiloto diseñó un sistema de notas únicas sobre un rollo de 5,5 metros, permitiéndole guiar al piloto con señales manuales ante la imposibilidad de comunicarse por el estruendoso ruido del motor.

Pese a los riesgos -salidas de pista, errores en repostaje, roces con balas de paja- Moss y Jenkinson firmaron un triunfo legendario cuyo relato detallado, publicado por Jenkinson en Motor Sport, es aún considerado una obra maestra del periodismo del motor.

La relación de Chopard con la Mille Miglia y con Sir Stirling Moss ha sido duradera y entrañable. El piloto lucía habitualmente relojes de la marca, afirmando: “En mi opinión, Chopard fabrica algunos de los mejores relojes del mundo”. Desde 1988, la casa suiza es patrocinadora y cronometradora oficial de la Mille Miglia, y Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard, ha participado ya en 37 ediciones consecutivas.