Toyota Yaris Hybrid

Por sus reducidas dimensiones, el Toyota Yaris encaja perfectamente en el concepto de vehículo urbano. Mide 3,95 metros de largo, 1,70 de ancho y 1,51 de alto. No obstante, ofrece una habitabilidad más que suficiente, con cuatro puertas más portón trasero, una postura de conducción muy cómoda y unas plazas traseras más capaces de lo que parece, con un espacio para las piernas, anchura y altura realmente adecuadas para dos personas. (Una tercera irá muy apretada).
 
El salpicadero tiene un diseño sobrio, sin estridencias, y transmite sensación de buena calidad, con los mandos y botones en posiciones lógicas y accesibles. Una función de la pantalla central permite ver el modo de funcionamiento del sistema híbrido y el gráfico con el historial de consumo realizado durante cada viaje. El maletero tiene una capacidad de 286 litros y cuenta con un doble fondo muy práctico para guardar objetos debajo de la tapa.
 
El sistema híbrido es el conocido de la marca japonesa. Combina un motor atmosférico de gasolina 1.5 VVT-i de 75 CV de ciclo Atkinson, con otro eléctrico de imán permanente que eroga 61 CV. Ambos están asociados a una caja de cambios automática de variador continuo ‘E-CVT’.
 
Cuando ambos propulsores trabajan al unísono, obtienen una potencia conjunta de 101 CV. Por su parte, el consumo medio homologado es de 3,3 litros cada 100 km, una cifra bajísima que, sin embargo, se acerca mucho a la real que hemos medido en nuestra prueba por un recorrido urbano: 3,9 l/100 km.
 
Es por las calles de las ciudades donde el Yaris Hybrid encuentra su hábitat. Puede arrancar en modo eléctrico ‘EV’ y moverse así durante dos kilómetros, siempre que no se superen los 50 km/h y la batería esté totalmente cargada. De este modo, evita el consumo de combustible del motor térmico en el momento de arrancar, el periodo en el que dicho consumo es mayor. Una vez en marcha, el motor de gasolina acude en su ayuda para coger más velocidad pero, eso sí, ya con el coche lanzado, sin que tenga que esforzarse para moverlo desde parado.
 
Está claro que el modelo está diseñado para realizar recorridos con consumos muy bajos de combustible. Para lograrlo, el conductor tiene que poner de su parte y convertirse en un Eco-conductor. Debe esforzarse en ayudar al sistema para conseguir la mayor regeneración de energía posible, durante las fases de deceleración y frenada. Así, siempre habrá un mínimo de carga eléctrica disponible para que ambos motores puedan funcionar y conseguir un mínimo consumo.
 
En todo caso, el Yaris Hybrid ofrece una ayuda importante, pues dispone de un botón ‘ECO’ que da preferencia al funcionamiento del motor eléctrico y modifica la respuesta del acelerador para exigir lo mínimo al de gasolina. También baja la potencia del aire acondicionado.
 
Los viajes por carretera son otra cosa: El modelo se mueve con soltura y comodidad a velocidades legales, pero, como hemos dicho antes, ése no es su entorno preferido. Si la suspensión hace bien su trabajo, el ruido del motor penetra con claridad en el habitáculo, pues funciona a muchas revoluciones por “culpa” de la caja de cambios “CVT” de variador continuo, emitiendo un sonido que se puede calificar de “agonizante” en cuanto pisamos el acelerador para ganar velocidad.
 
Todo esto lleva aparejado un aumento en el consumo de combustible, (en nuestra prueba ha sido de 6,4 l/100 km, dejando la media en 5,9 l/100), pues en estas condiciones el motor eléctrico no sirve de ayuda. En todo caso, las prestaciones no son malas, pues consigue alcanzar 165 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos.
 
El equipamiento de serie con el que está equipado el acabado ‘Advance’ de la unidad de pruebas es muy completo. Cuenta con cámara trasera de aparcamiento, climatizador bizona, tapicería en piel y Alcantara y llantas de aleación de 16 pulgadas. Su precio, sin descuento es de 17.890 €, pero puede reducirse a 14.990 €, en el caso de elegir el acabado ‘City’.
 
En resumen, el Yaris Hybrid es un utilitario muy interesante. Una buena opción para moverse por ciudad con un gasto mínimo de combustible, además de permitir salidas por carretera con un buen margen de seguridad y comodidad, si no hacemos caso al sonido del motor.

J.Miguel Quintana – www.vidapremium.com