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Renault Talisman Sport Tourer dCi 130
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Renault Talisman Sport Tourer dCi 130

Renault Talisman Sport Tourer dCi 130

17 de enero de 2017

Algo más grande que la berlina y con un maletero enorme, se mueve rápido y silencioso con un motor diesel que gasta lo justo.

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Desde el pasado mes de junio está a la venta el Renault Talisman Sport Tourer, la variante familiar del Talisman, sobre el que ofrece una mayor versatilidad a la hora de transportar la carga en un espacioso con un cómodo acceso. El regreso de Renault al segmento de las grandes berlinas ha tardado, pero los diseñadores han logrado un producto redondo por línea, comportamiento y equipamiento, al nivel de muchos modelos del segmento Premium, con los que puede competir por tacto al volante, calidad de acabados y equipamiento tecnológico.
 
Toma la base del Renault Talisman, sobre el que incrementa ligeramente la longitud hasta los 4,86 metros -20 milímetros más- y también tiene mayor capacidad de maletero, al que se accede por un cómodo portón que da paso a un gran espacio en el que hasta la bandeja se han homologado 572 litros de capacidad, que pueden ampliarse hasta los 1.681 litros si se prescinde de las plazas traseras, y es capaz de transportar objetos de hasta 2 metros de longitud. Desde luego, es el coche ideal para quien viaje con la familia y todo el equipaje o para practicar deportes al aire libre, porque en él se pueden meter bicicletas sin necesidad de quitar las ruedas y todos los complementos que uno pueda imaginar. Además, la boca de carga está bastante baja -571 milímetros del suelo-, lo que facilita las cosas a la hora de cargar el maletero.
 
Las diferencias respecto a la berlina comienzan en el pilar central, porque a partir de esta zona el techo continúa en línea recta hasta el portón trasero, donde inicia una suave línea descendente. El alerón al final del techo, la tercera ventanilla y la luneta trasera con limpiaparabrisas son los elementos diferenciadores, además de las barras cromadas en el techo, donde instalar una baca por si hace falta más espacio o transportar objetos como esquís, bicicletas o una piragua de forma segura. La línea es casi más bonita que la de la berlina, y lo interesante es que se ha logrado una estética atractiva con una gran capacidad.
 
En el mercado español está disponible con cinco motorizaciones, dos gasolina –Tce 150 con un consumo medio de 5,8 litros y TCe 200 que gasta 5,8 litros, ambos con la caja automática de doble embrague EDC de seis velocidades- y tres diesel: dCi 110 que consume 3,7 litros, dCi 130 con un consumo de 4,4 litros y dCi 160 Twin Turbo con caja EDC de 7 velocidades que gasta 4,5 litros y emite tan solo 117 g/km de CO2. Todos están exentos del impuesto de matriculación por sus bajas emisiones, un dato importante.
 
Al tratarse de un coche familiar con el que en la mayoría de los casos se van a realizar muchos kilómetros a lo largo del año, lo más interesante es elegir una de las tres motorizaciones diesel que ofrece Renalt: dCi 110, dCi 130 o dCi 160. Hemos cogido la opción intermedia como la más razonable, el 1.5 dCi, porque los 130 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 320 Nm a 1.750 rpm son suficientes para realizar viajes de una forma confortable y con un gasto mínimo de combustible. Alcanza los 200 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 en 10,8 segundos, con un consumo medio homologado de 4.0 litros y emisiones de CO2 de 106 g/km, cumpliendo la normativa Euro 6. Habrá quien piense que la potencia es escasa, y lo que recomendamos es hacer una prueba, no quedará defraudado.
 
Como sucede en la gran mayoría de los vehículos, las cifras de consumo que ofrece el fabricante no suelen coincidir con lo que sucede en la vida real. Durante nuestra prueba el consumo medio ha sido de 6,1 litros en un recorrido en el que han predominado las autovías y carreteras nacionales, sin grandes puertos de montaña, con algo de ciudad y un ritmo de conducción medio-alto. Con el depósito lleno se pueden superar los 700 kilómetros fácilmente sin necesidad de pasar por la estación de servicio, algo que se agradece cuando se realizan viajes largos.
 
El aplomo con el que se asienta sobre el asfalto y un buen tacto de la dirección son las notas más destacadas en el comportamiento de un coche que con sus 4,86 metros de longitud no se asusta ante las carreteras de curvas, donde la suspensión filtra bien las irregularidades y tiene muy buen apoyo en los giros cerrados, ayudado en nuestro caso por el sistema 4Control, que facilita bastante las cosas y permite un paso por curva bastante más rápido de lo habitual.
 
Lo que hace el sistema 4Control –que ya estrenó el Laguna en 2009- es girar las ruedas traseras ligeramente para permitir una mayor maniobrabilidad cuando el coche está maniobrando en ciudad o al aparcar, y también para facilitar los giros en carreteras de curvas –a partir de los 60 km/h las ruedas traseras giran hasta 1,9º en el sentido de las ruedas delanteras-.
 
Al activar el modo de conducción ECO a través del pulsador Multisense que hay junto a la palanca del cambio se obtiene un consumo menor, a cambio de penalizar algunos aspectos como la aceleración y el uso del climatizador en condiciones de calor extremo. En el modo Normal funciona bastante correctamente, y si lo que queremos es exprimir el potencial de la mecánica por carreteras de montaña, activamos el modo Sport y la respuesta es más directa, con un consumo de combustible bastante más elevado.
 
El equipamiento de serie en el acabado Zen ya es muy completo, incluyendo climatizador automático bizona, 2 tomas traseras USB, retrovisores exteriores eléctricos y abatibles, tarjeta de acceso y arranque sin llave, sistema multimedia R-Link con pantalla táctil de 8,7”, navegación 3D, mapas de Europa, freno de estacionamiento eléctrico, luces delanteras y traseras full LED, indicador de cambio de marcha, luces largas automáticas, regulador de velocidad adaptativo, asistente de aparcamiento trasero, control de presión de los neumáticos, alerta de cambio involuntario de carril, anclajes Isofix en dos asientos traseros y ayuda de frenada de emergencia.
 
Los colores metalizados tienen un incremento en el precio de 550 euros y entre los elementos opcionales que puede montar están las llantas de aleación de 18” (300 euros), el cambio automático de doble embrague EDC (1.500 euros), el pack de sonido Bose (831 euros), techo eléctrico panorámico (1.141 euros), asientos delanteros eléctricos con regulación lumbar y masaje (520 euros), maletero con apertura eléctrica (571 euros) o el sistema 4Control que mejora la agilidad del coche al actuar sobre las ruedas traseras (1.143 euros) que va combinado con el sistema de amortiguación pilotada (571 euros). Al final, la unidad probada, con todos los extras citados, pasa de los 31.800 euros del modelo básico a un total de 40.416 euros, pero tenemos un coche a capricho, con detalles de una gran berlina de lujo.
 
José A. Pradoswww.vidapremium.com

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