Nismo, la división deportiva del fabricante de automóviles japonés, aterriza en Europa, y para este desembarco han elegido uno de sus productos de éxito más recientes, el Juke, al que se ha dotado de un brillante motor 1.6 con turbo e inyección directa que rinde 200 CV y una serie de ajustes en el chasis mejoran su comportamiento y reducen el balanceo en las curvas.
En Japón, Nissan Motorsport (Nismo) cuenta con una legión de seguidores y una larga tradición que data de 1964 con una preparación del Skyline 2000 GT. Toda esa experiencia en los circuitos se traslada ahora a los modelos de producción y se hace asequible para los conductores que buscan un producto diferenciado, con un buen nivel de prestaciones, un precio asequible y el aliciente de un motor que gasta lo justo.
Con más de 300.000 unidades vendidas en Europa, el Juke es un coche de éxito que ha abierto un nuevo segmento, el de los crossover pequeños de carácter urbano. La llegada de la versión Nismo a partir de febrero amplía el abanico de posibilidades con un estilo marcadamente deportivo y una línea diferenciadora que llama poderosamente la atención.
Los cambios más importantes se encuentran en el frontal, más bajo y agresivo, con una rejilla horizontal de gran tamaño y la incorporación de luces diurnas LED con unas tiras situadas a los lados de la parrilla y una línea de color rojo que recorre toda la parte inferior. Faldones laterales, llantas de aleación de 18” con diseño específico, neumáticos de perfil bajo (225/45/R18), retrovisores exteriores con la carcasa en color rojo y un difusor y spoiler trasero son algunos de los elementos que contribuyen a mejorar la estética y el comportamiento dinámico del coche.
La mecánica que emplea es un bloque de cuatro cilindros gasolina de 1.6 litros con inyección directa y turbocompresor DIG-T con algunas soluciones que se han desarrollado en competición con el vehículo experimental DeltaWing. La potencia máxima pasa de 190 a 200 CV y el par de 240 a 250 Nm, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y una velocidad máxima de 215 km/h con un consumo bastante ajustado: 6,9 litros en ciclo combinado y emisiones de CO2 de 159 g/km.
La tracción es delantera y va asociado a una caja manual de seis velocidades con relaciones más cerradas y un funcionamiento rápido y preciso. También monta el sistema de Control Dinámico (NDCS) que se controla mediante una pantalla central que cambia la presentación en función del modo seleccionado –en D-Sport el acelerador ofrece una respuesta más rápida y la dirección es más directa, mientras que en modo Eco bajan las revoluciones para una conducción más suave-.
En el interior monta asientos delanteros con mayor apoyo lateral tapizados en terciopelo y pespuntes en rojo que realzan el carácter deportivo, un color que también se traslada al fondo del velocímetro y al volante, forrado en piel y Alcántara, más grueso y con un tacto excelente. Los acabados del salpicadero van en negro piano brillante, los pedales tienen acabados metálicos y junto a la palanca de cambios va el logo de Nismo, al igual que en los asientos, que va bordado.
A la venta en el mes de febrero con un precio de 26.900 euros, se podrá elegir entre tres colores de carrocería exclusivos, Blanco perlado, Negro metalizado y Gris plata, rematados con los retrovisores exteriores y el filete perimetral en rojo.