Tamaño exterior contenido, interior amplio y un eficiente motor de gasolina de tres cilindros, definen al nuevo urbano japonés.
Los pequeños vehículos urbanos tienen un nuevo vecino. Mide 3,71 metros de largo, 1,67 de ancho y 1,49 de alto, por lo que se sitúa entre los más grandes de los coches pequeños. Un segmento, éste, en el que la elección entre un modelo u otro se decide por pequeños detalles de acabado, unos pocos centímetros de más o por los ajustados precios con los que las marcas se disputan el mercado.
El nuevo Space Star, que fuera de la Europa continental se llama Mirage, viene a cubrir el hueco dejado libre por el Colt, del que se diferencia por ser mucho más liviano, aerodinámico y por utilizar dos motores de gasolina de tres cilindros especialmente eficientes, de 1.0 y 1.2 litros de cilindrada y 71 y 80 CV de potencia. No hay prevista una versión con motor diesel.
Peso ligero
A menor peso, menos consumo y mejor comportamiento dinámico. Esta frase irrefutable ha sido tenida muy en cuenta desde el principio de su diseño, pues el Space Star alcanza sólo 845 o 920 kilos en la báscula, según la versión, a base de utilizar aceros ligeros de alta resistencia y una caja de cambios manual de cinco marchas de pequeño tamaño. De este modo consigue homologar unas cifras de consumo realmente competitivas, de 4,0 o 4,3 litros cada cien kilómetros en función del motor, de 71 o 80 CV. Este último dispone de un sistema ‘Stop&Start’ de parada y arranque automático, neumáticos de baja resistencia y frenado regenerativo para emitir sólo 100 gramos de CO2 por kilómetro.
Sólo está disponible en carrocería de cinco puertas, lo que contribuye a tener un aceptable acceso a un interior más espacioso de lo que parece desde fuera. El asiento trasero es corrido, válido para tres ocupantes, con una buena distancia al techo y con suficiente espacio para las piernas, aunque los ocupantes sean adultos de talla alta.
El cuadro de instrumentos es claro, muy legible y tiene cuentarrevoluciones; además, el plástico duro del salpicadero y paneles de puertas está bien terminado, con aspecto de calidad y sin ‘grillos’ ni ruidos al rodar entre baches.
El maletero, de 235 litros, está en un término medio entre sus rivales, pero no tiene rueda de repuesto, ni en opción.
La versión con motor de 1.2 litros y 80 CV que hemos probado es la más vendida. Nos ha gustado la suavidad de la dirección, pero aún más su pequeño diámetro de giro, de 9,2 metros, que permite maniobrar en sitios muy estrechos, lo que se paga en una cierta lentitud, pues tiene casi 3,5 vueltas de volante entre topes.
El motor es silencioso, para tratarse de un tres cilindros, y responde bien en las subidas aunque, en tal caso, precisa reducir una o dos marchas para mantenerlo siempre a un régimen alto de revoluciones, que es cuando desarrolla toda su fuerza.
Se desenvuelve perfectamente en la ciudad, recupera con agilidad en los cruces y el sistema Stop/Start actúa con rapidez en cuanto se detiene ante un semáforo.
La suspensión es blanda, haciendo del Space Star uno de los vehículos más cómodos para los ocupantes a la hora de superar baches y resaltes reductores de velocidad. Todo tiene una doble lectura y, en este caso, la suavidad de la suspensión quita confianza a la hora de ir rápido por carreteras de curvas, donde la carrocería se inclina en los apoyos y tarda en reaccionar a las órdenes del volante. Es cuestión de costumbre porque, cuando se ha vencido la inercia y la suspensión apoya totalmente, el pequeño Mitsubishi gira con seguridad sin hacer movimientos extraños.
Como es lógico en un coche tan liviano como éste, el equipo de frenos está sobradamente dotado para frenar perfectamente en cualquier circunstancia. Monta tambores en el eje trasero, pero los discos delanteros son auto-ventilados, lo que los hace inmunes a cualquier exceso, incluso bajando un puerto de montaña totalmente cargado.
En materia de seguridad, el pequeño Mitsubishi está muy bien servido, con controles de tracción y estabilidad, dirección asistida y airbag delanteros, laterales y de cortina. El acabado ‘Motion’, asociado al motor de 80 CV, equipa aire climatizador, ordenador de viaje, radio-CD con USB, faros antiniebla, control de crucero, arranque sin llave y llantas de aleación.
Fabricado en la planta Mitsubishi de Tailandia, llega a los concesionarios en cuatro colores, rojo, negro, gris o blanco y precios de 10.850 o 11.750 €, dependiendo del motor, a los que se pueden restar 2.250 € por el plan PIVE y el descuento de promoción.
Miguel Quintana –
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