El primer modelo de la serie S de Audi que montó un motor diésel fue el SQ5 3.0 TDI, al que ahora se suma una versión todavía más deportiva que emplea el motor V6 con doble turbocompresor para alcanzar una potencia de 3236 CV (240 kW) y además cuenta con un equipamiento específico.
Ya está a la venta en la red de concesionarios de la marca de los cuatro aros bajo la denominación Audi SQ5 Competition con un precio de 74.790 euros y un equipamiento de serie que incluye tren de rodaje deportivo con altura rebajada en 30 milímetros, llantas de aleación de 20” de 10 radios en ‘Y’ en color negro brillante con neumáticos 255/45, paquete de estilo en color negro de Audi exclusive, barras del techo en negro y cristales tintados oscurecidos. A esto hay que sumar el equipamiento del SQ5, que incluye elementos como los faros de xenón plus, sensores de lluvia y luz, pantalla TDT en color de 7”, volante multifunción en cuero con levas del cambio, asientos delanteros deportivos y la posibilidad de montar otros elementos opcionales como el sistema de infoentretenimiento de última generación, sistema de asistencia al aparcamiento o el Audi side assist, que vigila el ángulo muerto durante la conducción.
El motor 3.0 V6 va equipado con un doble turbo para aumentar la potencia desde los 313 a los 326 CV, con un par máximo de 650 Nm disponible entre 1.450 y 2.800 rpm. Con estos cambios, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h –limitada electrónicamente-, con un consumo medio homologado de 6,6 litros. Para aumentar la sensación de deportividad, los ingenieros de la firma alemana han realizado un buen trabajo en el sistema de escape mediante un modulador que modifica la acústica y ofrece un sonido más ‘racing’.